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Un robo con violencia sacudió a una pequeña tienda de alimentos en Hialeah y terminó con un hombre bajo custodia, acusado de múltiples delitos graves.
El asalto, que incluyó el uso de una maza, el ataque a una empleada y el saqueo de máquinas de juego, dejó una escena digna de una película criminal, pero cuyas consecuencias son muy reales.
El agresor -un hombre de 46 años identificado como Suniel Arzola- fue capturado por la policía tras una investigación apoyada en imágenes de videovigilancia y testimonios, según reveló la prensa local.
Las autoridades indicaron que el sujeto actuó motivado por una fuerte ira tras perder dinero en las tragamonedas del establecimiento.
Hasta el momento, no ha trascendido públicamente la nacionalidad de origen del detenido.
Un asalto brutal enmascarado
Según el Departamento de Policía de Hialeah, el hecho ocurrió en la tienda RC La Atenas Market & Smoke Shop, ubicada en la esquina de East 10th Avenue y 32nd Street, en una zona de almacenes de la ciudad.
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Poco después de las 11:45 de la noche del pasado 30 de noviembre, Arzola entró al local con el rostro cubierto y “armado con un mazo”.
En una acción rápida y violenta, saltó el mostrador, arrebató el teléfono celular a la empleada y le exigió que se dirigiera al baño.
La víctima, completamente aterrorizada, comenzó a gritar, lo que provocó una reacción aún más agresiva por parte del atacante. “La empujó hasta el fondo de la tienda y la arrojó al baño”, detalla el informe policial, citado por Local 10.
Allí permaneció encerrada mientras Arzola, en solitario, destruía las máquinas de juego instaladas en el lugar.
Destrucción, saqueo y huida
Con el camino libre, el hombre destrozó al menos cuatro máquinas tragamonedas, y extrajo el dinero que contenían. Se lo metió en los bolsillos y en las botas, sin dejar de mirar a su alrededor.
Luego “saqueó el área de caja y el mostrador”, llevándose también el bolso de la empleada antes de huir.
De acuerdo con la declaración de la víctima, el atacante había visitado el local anteriormente.
“Estaba molesto porque perdió dinero”, les dijo a los agentes, refiriéndose a Arzola.
Esa pista fue clave para los investigadores, que lograron identificarlo gracias a una marca en su mano derecha, visible en los videos de seguridad mientras jugaba y también durante el asalto.
El video de vigilancia reveló otro detalle crucial: Arzola escapó en bicicleta tras cometer el robo, pero dejó caer un objeto en el estacionamiento.
Minutos después, una camioneta Dodge Ram apareció en la escena. Una mujer descendió del vehículo, recogió lo que parecía ser un martillo y se marchó. Más tarde fue identificada como la pareja del sospechoso.
Esa pista condujo a la policía hasta un almacén cercano, registrado a nombre de Arzola. En el lugar, encontraron tanto al presunto autor del robo como a su novia. Ambos fueron llevados a interrogatorio.
Durante la entrevista, la mujer aseguró que su pareja se ausentó del almacén “por unas horas la noche del robo y regresó justo antes de la medianoche”.
También afirmó haber ido ella misma a la tienda a jugar en las máquinas tragamonedas, y que recogió el martillo del suelo, aunque dijo que “lo arrojó después, sin motivo aparente”.
Una confesión parcial y nuevos cargos
Mientras la mujer ofrecía su versión de los hechos, Arzola negó haber participado en el robo, pero admitió un detalle que reforzó la línea investigativa: ese mismo día, había perdido 3,800 dólares en las máquinas de juego del local.
Con esa información y las pruebas en video, la policía procedió a acusarlo formalmente de robo a mano armada, detención ilegal con arma mortal y daños a la propiedad. Sin embargo, la historia no terminó ahí.
Intento de fuga en el hospital
Tras su arresto, Arzola fue llevado al Hospital de Hialeah para una evaluación médica.
Estaba esposado a una cama, pero en cuanto fue dado de alta, alrededor de la 1:15 a. m., aprovechó un descuido para quitarse las esposas y correr hacia la salida.
Un agente le ordenó detenerse. Arzola no obedeció. Fue entonces que recibió una descarga con una pistola Taser.
El intento de escape fallido se tradujo en dos nuevos cargos: intento de fuga y resistencia al arresto.
Posteriormente fue trasladado al Centro Correccional Turner Guilford Knight (TGK). Hasta la tarde del viernes, su fianza aún no había sido fijada.
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