En un parque natural sudafricano las autoridades han decidido extraer los cuernos a los rinocerontes blancos, que en el mercado negro se paga a 60 mil dólares el kilo, para intentar detener la caza furtiva.
Los veterinarios los cortan sin matar al animal y sin dañar su nariz. Pero los daños psicológicos que de seguro sufre el animal con esta drástica posible solución, son ya otra cuestión merecedora de debate.
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