Fue uno de los grandes y se nos fue. Integrante de uno de los cuerpos de lanzadores más estables y temibles en la historia de la pelota posterior al año 1959, Jesús Guerra le dio más de una alegría al pueblo pinareño y a Cuba.
Porque claro, no solo puede contarse su labor en el montículo, junto a Julio Romero, Rogelio García, Juan Carlos Oliva. También hay que añadir a su palmarés, el hecho de haber descubierto a otros dos grandes de la pelota en Cuba: Pedro Luis Lazo y, sobre todo, a José Ariel Contreras.
Es cierto que ya no está entre nosotros, entre los vivos, pero en cada triunfo o enseñanza donde esté la mano de Lazo o la de Contreras, ya sea en Pinar del Río o ahora, en Chicago, estarán las enseñanzas de un hombre al que el propio José Ariel llamó "su segundo padre":
Jesús Guerra falleció este domingo 17 de diciembre, a los 69 años, y el béisbol y el deporte cubanos aún están de luto.
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