(Yani Gil) - CiberCuba entrevista en exclusiva a Alexander Abreu Manresa, trompeta, voz líder, compositor, arreglista y director musical de la orquesta cubana Havana D' Primera. Es el alma de una de las mejores agrupaciones de salsa de la Isla, que este 26 de abril actuará en Studio 60 (2300 NW 36 calle) de Miami.
Las entradas de lo que será el primer concierto del tour El cantor del pueblo ya están a la venta y por internet cuestan entre 40 y 70 dólares (anticipadas) y entre 50 y 80 el día de la actuación, dependiendo de si se quieren tiques generales o zona VIP. Se pueden comprar los tickets del concierto en Eventbrite.
La gira comparte nombre con el CD El cantor del pueblo, que incluye diez temas "preciosos". El propio Alexander Abreu lo considera su mejor disco, el más completo, el más elaborado, el más mimado hasta el último detalle. "Es una parada muy alta que superar porque es una evolución dentro del trabajo de Havana D' Primera". Ahora sólo hace falta que hable el público porque está pensado para las personas que aman la música de Havana D' Primera.
Con sólo 42 años, Alexander Abreu se ha convertido en uno de los grandes de la música cubana. Para él es "un sueño hecho realidad". Pero quizás lo que más aprecia es poder aportar su granito de arena, recuperando música antológica y presentándosela a la juventud. "Convertirme en algo importante para la música de mi país es algo bien bonito. Mientras que tenga fuerzas, ahí seguimos luchando", reconoce.
El músico ha conversado distendidamente con CiberCuba sobre su vida y su trabajo. Nos ha contado que nació en Cienfuegos (6 de septiembre de 1976), en un barrio que se llama Pueblo Grifo, donde se crió. Este "pueblecito", como él mismo lo llama, añadió los ingredientes necesarios para que el artista lograra con los años todo lo que ha conseguido hasta ahora.
Quién iba a imaginar que uno de los mejores trompetistas que ha dado la música cubana era, de niño, un enamorado de las bolas y los trompos. Él se recuerda a sí mismo, de pequeño, corriendo por unos terrenos que había detrás del patio de su casa, donde había vacas. Por esa época, junto a sus amigos, ya tenía grandes sueños, aunque más que a soñar, se dedicaba a estudiar "la posibilidad de hacer todos los sueños realidad".
Alexander Abreu no se ha olvidado de esas personas que le acompañaron en su infancia. A algunos los fue a buscar a Cienfuegos y los integró en su mundo como sonidista o productor.
Ése es el vínculo que él mantiene con Cienfuegos, su ciudad natal. Ahí están sus raíces, su vida y cuando él quiere reencontrarse con el pasado para poder sacar lo mejor de sí mismo para tomar el camino correcto opta por regresar a su tierra, a nutrirse. Fue de ahí de donde nació su canción Mi música, llena de sonidos del campo, que dio nombre al primer disco que hizo en Copenhague.
"Uno nunca sabe por dónde va la vida. Muchos de los que crecieron conmigo, hicieron su camino. Los hay que están viviendo en España, tocando con una camerata importante. Hay quien está dando clases en Londres o quien sigue en Cuba trabajando en una de las agrupaciones más famosas. Casi todos encontramos un camino bien bonito. A muchos, todos los sueños se nos hicieron realidad", comenta a CiberCuba.
La trompeta
El alma de Havana D' Primera no se esconde para confesar que la trompeta lo es todo para él aunque en un primer momento quiso ser flautista. Ése era el instrumento que le gustaba cuando empezó a estudiar música en el conservatorio Manuel Saumell, de Cienfuegos. Sin embargo, no había profesores en aquella época, así que decidió elegir otro instrumento de viento: la trompeta.
Al cabo de dos años, pudo cambiarse pero no lo hizo. "Seguí por ahí", dice señalando hacia adelante. El músico reconoce que lo que le enamoró de la trompeta es que le dio el bagaje para trabajar con miles de artistas, de figuras importantes, de nutrirse de muchos estilos, de conocer muchas tendencias, de estar en escenarios importantes a lo largo de su carrera. "La trompeta es todo. De ahí sale todo", señala.
Entre esos grandes músicos que han influido en la carrera de Alexander Abreu está Paulo FG, que fue quien le abrió las puertas del mundo de la música. "Le estoy agradecido porque empecé con nivel elemental y él confió en mí y se logró un trabajo muy grande. Gracias a su confianza tuve la oportunidad de trabajar al lado de maestros como Julio Montalvo, Yoel Páez, Emilio Morales, Tomás Ramos, "El Panga"; o Juan Manuel Ceruto. Éste último también ha influido mucho en su carrera. "He aprendido con él un sinfín de cosas que hoy pongo en práctica y se nota en el resultado que he tenido con Havana D' Primera".
Por último está el maestro Chucho Valdés. "Pasar por Irakere para mí fue el tope como músico. Para nadie es un secreto que Irakere es la agrupación por la que han pasado los mejores trompetistas, partiendo del maestro Arturo Sandoval hasta la fecha. Todos los que han pasado por ahí son maestros del instrumento en Cuba. Formar parte de esa fila, para mí es lo más grande que he podido ser", apunta a CiberCuba.
Hay otros grandes nombres de la música a los que Abreu debe mucho, como por ejemplo a José Luis Cortés o al maestro Joaquín Betancourt. Pero él reconoce que Paulo FG, Juan Manuel Ceruto y Chucho Valdés han marcado su vida.
De la trompeta a cantar
Alexander Abreu recuerda que cuando en el año 2001 se cayeron las Torres Gemelas, también se vinieron abajo muchos negocios como la industria discográfica. A raíz de esa crisis, él decidió irse a vivir a Dinamarca, donde residió durante cuatro años y compartió con músicos daneses espectaculares, que tenían una agrupación a la que él se sumó. Con ellos grabó un disco y empezó a cantar.
Tras recoger los frutos del trabajo que hizo en Europa, Abreu regresó a Cuba, montó su orquesta, Havana D' Primera, y de entonces para acá han pasado ya diez años.
El artista define su agrupación como "algo increíble" y aclara que musicalmente no existe la perfección porque siempre se está buscando algo nuevo. Eso hace que se tengan fallos. De ahi que más que ser una orquesta sin errores lo que tiene es mucha energía positiva que se transmite en el escenario.
Pasaporte
Fue el tema Pasaporte (2014) el que colocó a Havana D' Primera en su justo lugar. "Es uno de los más importantes. Abrió muchas puertas en Latinoamérica y Europa", explica Alexander Abreu.
Por eso, el trompetista y cantante admite que es una de las canciones que más quiere por "el desarrollo y el impacto tan grande que tuvo".
Pero hay más temas, igual de importantes y con un denominador común, están basadas en hecho reales, en cosas que le pasan a su autor, que reconoce que en determinados momentos de su vida ha tenido que atravesar todas esas encrucijadas de las que habla en sus canciones.
Reguetón
Alexander Abreu no le teme al reguetón ni le molestan los éxitos de la música urbana. Todo lo contrario, confiesa que él va a "esa orilla" a aprender muchas cosas, como por ejemplo, "la manera de convocar de los reguetoneros que es bien interesante". El músico está convencido de que cada género tiene su público. "Cada quien tiene su estilo, su manera de expresar las cosas", recalca.
Eso no quita para que se declare un defensor de su estilo (la salsa) "a capa y espada". De hecho, reconoce que se le hace difícil, "pero posible" atraer a la juventud con ritmos más elaborados como los de Havana D' Primera.
Los inicios
El artista admite que los inicios con su orquesta no fueron fáciles. Había que encontrar dónde trabajar y convencer a las personas que no conocían su trabajo. Había, por entonces, que buscar incluso instrumentos que no tenían... Hubo momentos en los que estuvo a punto de tirar la toalla, de decir; "Voy a seguir como trompetista, que es lo que me ha dado resultado toda la vida". Ahora mira para atrás y sabe que aunque siempre pensamos que se acaba el mundo, "Dios aprieta, pero no ahoga".
Poco a poco empezaron a llegar los resultados del trabajo, de la discografía. Fue un proceso lento, pero por fin el proyecto se consolidó. Ahora cada vez que tocan en algún sitio, terminan interpretando temas desde el primer CD, lo que significa que las verdaderas canciones se van quedando. "La idea es que trasciendan, que pasen de generación en generación, que los nuevos prospectos las modifiquen y las hagan suyas, que se queden en los libros de la música cubana".
Críticas
Sobre las críticas que ha recibido en el pasado, Alexander Abreu asegura que lo importante es mirar de frente al público que le quiere. Él prefiere aferrarse a esas personas que lo apoyan aunque aclara que cuando nadie critica, entonces hay que preocuparse."Hay un mundo de personas que se olvidan a veces de donde salen, dónde nacieron, cómo se vive en este lugar y cómo enfrentar situaciones que te dejan marcado para toda la vida".
El cantante defiende que la crítica, en lugar de ser algo tenebroso, para él es constructiva, lo reconforta, lo reanima, le lleva a pensar que hay personas que no están de acuerdo con él. "Es como la sal dentro de la comida. Es necesario saber que eso está ahí e incluso te llegas a superar buscando la manera de que estas personas que no están de acuerdo contigo algún día te entiendan".
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