Las reacciones internacionales tras la victoria obtenida por el republicano Donald Trump en la carrera por alcanzar la Casa Blanca siguen llegando y, en este caso, ha sido el turno para la canciller alemana, Angela Merkel.
A pesar de que horas antes de que se escrutaran los votos se había mostrado partidaria de un triunfo de la demócrata Hillary Clinton, los hechos han obligado a la mandataria a reconstruir su discurso y mostrar su interés por cooperar con el magnate en base a los "valores compartidos" de ambos países.
La cancillería alemana durante los dos mandatos de Barack Obama ha mantenido una buena relación con la diplomacia norteamericana, pese al escándalo de espionaje que protagonizó en su momento la agencia estadounidenses NSA.
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