El presidente boliviano Evo Morales visitó recientemente un museo erigido en la ciudad de Orinoca construido para "resaltar su vida y obra".
Entre risas y saludos, acudió Evo al inmueble que costó nada más y nada menos que la friolera de $7 millones de dólares, dinero que, dice la oposición, "apenas sirve para resaltar su ego".
Fue allí, en ese pueblo, donde nació Evo y donde emergió dirigente cocalero indígena.
Durante el acto celebrado para conmemorar la apertura del museo, el mandatario "se emocionó hasta las lágrimas" mientras recibía agasajos de los presentes, entre música, danza y mate.
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