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Familiares de los tripulantes del submarino argentino reclaman justicia

Con la noticia, la esperanza a la que se aferraron los familiares durante los ocho días sin noticias del submarino, desaparecieron de golpe.

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Este artículo es de hace 6 años

Los familiares de los 44 tripulantes del submarino argentino desaparecido han vivido horas de profunda desesperación en los últimos días. Ayer, varios de ellos incluso no dejaron que el jefe de la base naval acabara de leer el parte oficial y se abalanzaron sobre él, llenos de rabia y dolor.

Hubo golpes, gritos y lágrimas al escuchar que el mismo día que desapareció el ARA San Juan se registró una explosión en la zona. “Son perversos, nos mintieron”, dijo el familiar de uno de los tripulantes.

Con la noticia, la esperanza a la que se aferraron los familiares durante los ocho días sin noticias del submarino, desaparecieron de golpe.

Medios de prensa destacan que poco después del anuncio público, tuvieron que venir de urgencia un par de ambulancias para atender a algunos familiares que se habían desmayado.

Devastados, la mayoría no podía ni quería hablar, y los pocos que lo hicieron mandaron mensajes muy duros.

Uno de ellos, dijo: "Mandaron una mierda a navegar. Ya tuvieron un inconveniente en 2014 y no pudieron emerger. Son unos desgraciados perversos que nos tuvieron acá una semana. ¿Por qué no lo dijeron antes? Nos mintieron".

Otro hombre desde un auto gritó furioso: "Están todos muertos, mataron a mi hermano, hijos de puta".

Y añadió: "Los jefes se robaron toda la plata y a ellos los sacan a navegar con alambre",

La expresión "navegar con alambre", alude a algo que está resuelto con un arreglo para salir del paso. Muchos familiares creen que el ARA San Juan no estaba en condiciones para navegar.

Padres, esposas y hermanos de los tripulantes lloraban y se abrazaban, pero rechazaban responder preguntas. De hecho, ante el acoso de los periodistas, más de una treintena de coches abandonaron la base naval por una salida secundaria.

En los últimos días, más de 200 allegados de los tripulantes del submarino estuvieron juntos en el complejo de la Armada a la espera de noticias. Algunos habían llegado de varios lugares del país y se daban fuerzas los unos a los otros para no caer en la desesperación. Desgraciadamente el peor pronóstico parece confirmado.

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