Cuba no solo es una isla sin pescados para cenar. Es también un enorme territorio verde, donde apenas alcanzan los vegetales para las mesas. Frutas, verduras, hortalizas, suelen ser los grandes ausentes.
A pesar de las campañas constantes de la radio y televisión cubanas, donde se aconseja balancear dietas de grasas y carbohidratos con otros alimentos ricos en proteínas y vitaminas, y de paso bajos en calorías, lo cierto es que los cubanos rara vez consiguen ese equilibrio tan necesario para la salud.
Baja productividad en las siembras, acoso contra quienes producen vegetales de manera independientes en sus huertos para venderlos por cuenta propia, han provocado que entre las diversas problemáticas de la sociedad cubana, esté también la malnutrición derivada del poco consumo de vegetales.
Según especialistas consultados por reporteros de Palenque Visión, se trata también de un problema de pésima educación alimentaria sufrida por generaciones enteras de cubanos.
La especialista en Nutriología Yunisey Díaz apuesta por la fórmula del hogar: “Depende de la alimentación que te brinde tu familia, así desarrollarás una cultura de qué comer y qué no. Hay padres que se quejan de que sus niños no comen vegetales, y en realidad son ellos los culpables”.
Los expertos afirman que desde los 6 meses de nacido el bebé comienza a tener una alimentación complementaria que puede incluir los primeros vegetales.
La presencia de organopónicos en todo el país podría asumirse como una primera solución. Nada más lejos de la realidad.
“A veces tú vas al organopónico y es por gusto. Ni lechuga, ni col, ni pepino, nada”, dice uno de los entrevistados por los reporteros independiente.
Al margen de no satisfacer casi ninguna necesidad alimentaria de la población, incluidos los vegetales, el Estado cubano sí satisface con creces la producción de medidas regulatorias: desde 2016 se encuentran vigentes en el país las regulaciones 157 y 162 sobre precios máximos, dictadas por el Ministerio de Precios y Finanzas.
Es decir: no hay vegetales, pero para cuando los haya el Estado ya tiene fijados sus precios.
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