A pesar de que la jueza Elizabeth Scherer permitiera "a última hora" un cambio en la declaración de Nikolas Cruz, autor confeso del crimen cometido el pasado 14 de febrero en la escuela Marjory Stoneman Douglas, donde 17 personas murieron a causa de los disparos del arma que Nikolas disparó, el joven sigue una posible pena de muerta como condena.
Que se haya declarado ahora "No Culpable", y que la jueza lo aceptara, no modificará - a juicio de los entendidos - su condena. Todavía enfrenta 34 cargos relacionados con la muerte de 17 personas.
Y es que la Fiscalía, no parece querer cambiar en lo absoluto su pedido a Scherer. De hecho, hoy Cruz compareció y fue procesado formalmente por asesinato en primer grado y cargos de intento de homicidio.
El joven ni siquiera podrá contar con una buena defensa, pues su situación financiera no se lo permite.
Pero aún y cuando pudiera pagar al mejor abogado del mundo, este no es el juicio de O.J Simpson por la muerte de su esposa, donde no hubo testigos, y la fiscalía tuvo que basar su caso en evidencias sumadas casi que al azar. A Nikolas lo vieron disparar cientos de sus ex colegas de clases. De modo que este es un caso ganado para la Fiscalía.
Nikolas, sin embargo, no les dio la más mínima oportunidad para que le miraran a la cara. Permaneció todo el tiempo con la cabeza gacha, esquivando los ojos de algunos de los familiares de sus víctímas, entre los que se encontraba las familias de Jamie Guttenberg y Nick Dworet, ambos asesinados y las de Maddy Wilford y Anthony Borges que resultaron heridas en el tiroteo.
Todavía Cruz tiene una última esperanza, y es que el acuerdo de culpabilidad al cual llegaría el jurado, encuentre en uno de sus miembros a alguien como Andrew Pollock, padre de Meadow Pollock, una de las niñas asesinadas en la Marjory Stoneman por Cruz, quien "prefiere" para él una condena de por vida, antes de morir por una inyección letal.
Si tan solo uno de los jurados alza su brazo y se opone a la pena de muerte, entonces Cruz, se salvaría de la inyección.
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