“Por ser opositor no aparece por dónde retirarme”

Pese a que el Gobierno cubano históricamente ha calificado de “mercenarios” y asalariados a los opositores cubanos, a los que acusa de ser pagados desde Estados Unidos, este reportaje difundido por Cubanet destaca el caso de dos opositores obligados a trabajar por su cuenta en cualquier cosa, para subsistir, pues es el Estado no les da trabajo.

Ambos extraen de viejos neumáticos materia prima que sirve para hacer muebles, y los neumáticos los consiguen porque los compran a bajo precio o porque, incluso, se los regalan. Según el testimonio de uno de ellos, en ocasiones vienen rodando las gomas hasta tres kilómetros a pie, porque no tienen transporte para trasladarlas.

Por otra parte, siempre vigilan con estricto cuidado el cumplimiento de la legalidad, porque saben que la policía los vigila de cerca para intentar pillarlos en cualquier delito.

Andrés Avelino Domínguez Beltrán, de 71 años, explica que, según la ley antigua, debía retirarse a los 60 años. Argumenta que le deben 11 años de retiro por encima de lo que ya trabajó pero, según afirma, “por ser opositor no aparece por dónde retirarme”.

Otro activista, Ricardo Luna Rodríguez, trabajaba en Aguas de La Habana pero explica que la Seguridad del Estado se acercó a su centro de trabajo y señaló que él era “contrarrevolucionario”.

Según relata, sus jefes habrían explicado a las autoridades que él era un buen trabajador, pero aún así acabaron presionando a sus superiores para que lo expulsaran de su centro de trabajo.

Ambos activistas explican que pese a la situación a que los han conducido ―donde incluso difícilmente podrían aspirar a una licencia de cuentapropistas― no será impedimento para ellos continuar adelante con su postura abiertamente crítica contra el Gobierno cubano.

“Lo único que pueden es matarnos o pasarnos para la prisión más chiquita, porque Cuba entera es una prisión”, sentencia Avelino.