Ríos desbordados, campos de cultivo inundados y casas derrumbadas. Este es el escenario que deja el paso del huracán Michael por Cuba, especialmente en Pinar del Río, donde los propios ciudadanos de esta localidad se han sumado a las labores de retirada de las calles de escombros de los inmuebles destruidos.
Además, según informó AP, varias ciudades en la costa permanecen incomunicadas por las inundaciones en carreteras. Las autoridades abrieron las esclusas del embalse La Juventud, a unos 25 kilómetros al este de la ciudad pinareña.
Las granjas también sufrieron la actividad del ciclón y quedaron aisladas tras las fuertes precipitaciones.
Por el momento, las autoridades no han hecho balance de cuál ha sido el impacto que ha causado Michael en la agricultura provincial.
Los embates de Michael también afectaron al suministro eléctrico. El diario oficialista Guerrillero reportó que hay 200.651 clientes afectados, lo que representa un 87 por ciento del total de los consumidores.
Un propietario lamentó que su casa de 95 años de antigüedad ya necesitaba reparaciones antes del ciclón, una situación que ahora ha empeorado.
Los municipios más afectados en territorio pinareño fueron Sandino, Mantua, Guane y en menor medida Viñales y el municipio cabecera.
No hay constancia de víctimas mortales, pero sí que fueron evacuadas más de 400 personas en Pinar del Río.
El huracán subió en las últimas horas a categoría 4 en su acercamiento hacia el estado de la Florida. Por este motivo el Gobierno instó a medio millón de residentes de las zonas costeras a huir a terrenos más elevados.
El Centro Nacional de Huracanes alertó que Michael debería tocar tierra en la zona conocida como el "Panhandle" en Florida para el mediodía del miércoles, con olas de hasta cuatro metros.
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