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Memoria del Exilio: Pegar el grito en el cielo

No a la Carta Magna. Ni con el 68, ni con el 349, ni ahora con el 82.


Este artículo es de hace 5 años

Hablo por experiencia propia.

El “hombre nuevo” que experimentaron hacer en mí es hoy un proyecto fallido.

Un descarte.

Residuo.

Desecho.

Resto, sobrante, escombro.

Resultado de un macabro plan descabellado, en el que todos servimos como carne de cañón, en medio de una disputa familiar y por la cual hemos padecido el resto de las familias cubanas.

Desde que era chiquitico y de mamey, me inculcaron - casi, inocularon, en cada neurona - con esa bucólica-maquiavélica doctrina comunistoide que ha acarreado - al menos, así lo ha demostrado - una desastrosa, triste, vergonzosa y miserable puesta en práctica.

Durante todos estos años - para ellos, “revolucionarios y gloriosos” - no han hecho otra cosa que separarnos, dividirnos, negarnos, tratarnos como masa cárnica, conducirnos como a rebaños, tupirnos con la idea de un “sacrificio”, que ellos mismos no están dispuestos a hacer*, prohibirnos, echarnos a pelear entre compatriotas, enemistarnos, reducirnos y aplastarnos.

* Harina, huevos y carne, nunca han faltado para el Consejo de Estado, ni para los que desayunan con calma, mientras el chofer espera afuera.

Ahora ellos, decretan quién es artista,

Ellos disponen quién es patriota.

Ellos dictaminan quién es revolucionario.

Ellos deciden quién es cubano.

Ellos determinan lo que es justo y humano.

Al resto, ni se le escucha, ni se le deja hablar y ni se le dirige la palabra.

Quien no está de acuerdo con ellos, no cuenta.

Ni tiene voz, ni voto.

Ni derecho alguno.

Sólo al menosprecio, al silencio, al huevo tirado, al mitin de repudio, al grito, al maltrato superlativo, a la vejación, al desconocimiento, al destierro, a la ignominia, a la segregación, al olvido, al rechazo, a la expulsión, a la prisión, al golpe, a la condena, al castigo, o a la muerte como única opción para quién se les oponga. *

* ¿Hay algo más nazista?

Somos alimañas, escoria, pervertidos, asalariados del imperio, agentes de la CIA, gusanos, sidosos, apátridas, mercenarios, pargos, chernas, traidores a la patria, vendidos, impostores, emisarios del mal y cuanto insulto se les pueda ocurrir, en el rosario de “buenas maneras” que, incluso, exportan diplomáticamente. *

* ¡La ONU es para los revolucionarios!

Y ahora, además, intrusos, chabacanos*, conflictivos, peligrosos, viles, dañinos y vulgares, lo cual es una redundancia racista, de muy mal gusto, pues, vulgar viene de vulgo y vulgo es lo mismo que pueblo.

* ¡Ellos!¡Que son los reyes de lo mal hecho, el derrumbe, el escombro y la chapucería! ¿Hay algo más cheo y picúo que el corte de pelo de Abel Prieto?

Es el tajante monólogo combatiente, dirigente y militante.

Cero entendimiento con quién piense diferente.

Cero comprensión.

Cero disconformidad. *

* Los mandatos - o edictos reales - vienen imperiosamente “desde arriba” y se aprueban “voluntariamente” y por “unanimidad”.

Cero desacuerdo.

El mundo es sólo cómo ellos piensan.

El resto es inmundo.

Al negar lo opuesto, o lo contradictorio, refutan al mismo tiempo, una de las leyes del materialismo dialéctico, que tanto preconizan con su obstinado catecismo marxista: la ley de la unidad y lucha de contrarios, como fuente del desarrollo. *

* Que consiste en que, a todas las cosas y procesos, les son inherentes aspectos internos contradictorios, que se encuentran en unión inquebrantable y, a la vez, en pugilato constante. Es esta pelea entre opuestos, precisamente, el surtidor interno, o la fuerza motriz, del progreso. Lo cual es el núcleo básico de la dialéctica.

Pero ellos repiten como cotorras.

Aplauden como focas.

Cacarean como papagayos.

O rugen como fieras.

Maldicen, mangonean, disponen, estipulan, señorean, jerarquizan, ningunean, establecen, vigilan, norman, censuran, encarcelan, fusilan y asesinan, desde hace ya mucho, muchísimo tiempo.

Ahora, alegan que el infame decreto 349 es continuidad histórica - lo cual reafirmaría, en todo caso, que, desde hace años, están ejerciendo el mal y ejerciéndolo mal - y que existía bajo el nombre de 226.

Suelo recordar otras denominaciones a lo largo de esta larguísima, e interminablemente injusta, historia.

Se llamó UMAPs, o campos de concentración, con trabajo forzado para todo lo que oliese a distinto. *

* ¡No los queremos, no los necesitamos! - se coreó en la Plaza, a un tiránico ego, siguiéndole la cuerda a su idea machista vesánica y alienada.

Se llamó también PARAMETRACIÓN. *

* Hubo artistas que sufrieron años de ostracismo, suspensiones, muerte en vida y abandonos.

Se implantó como EVALUACIÓN ARTÍSTICA. *

* A, B, o C, ¿lo recuerdan? ¿O eso sigue, todavía? ¿Será esa la famosa jerarquía que reclaman los “pensadores” de la isla?

Amparados en un futuro que nunca llega.

En nombre de una historia que tergiversan y manipulan, excluyente, partidista.

Tampoco asumen, ni aceptan, que “todo está en constante cambio y desarrollo”

La palabra cambio les causa pavor, inquina, intriga y resquemor. Cualquier alteración les perturba. *

* En esencia - y potencia - son perfectos conformistas, rancios, retrógrados, obsoletos y reaccionarios.

Por no hablar de “la negación de la negación”.

Sólo ellos prohíben, impiden, obstaculizan, vetan, privan, eluden, evitan, rehúyen, soslayan, esquivan y desaparecen a quienes los desmientan,disientan, rebatan, o se les opongan.

Todo en un sentido único, nunca horizontal.

No hay cabida para lo desigual dentro de un esquema tan dictatorial, añejo, pellejo, vetusto, vertical, absolutista y jerárquico.

No hay espacio para la otra opinión, ni el más mínimo respeto por ella.

Mientras tanto, por otro lado, parece haberse desatado un torrente de inversiones constructivas de hoteles cinco estrellas, que contrastan con las necesidades de vivienda de gran parte de la población.

En lo que parece ser el macabro diseño de país concebido, mucho más para los que lo visitan, que para los que lo habitan y padecen a diario.

La más deplorable y devastadora noticia, recibida últimamente, anuncia la conversión del histórico cine-teatro PAYRET, en un futuro complejo comercial-hotelero.

¿Dónde están las protestas o explicaciones al respecto?

¿Dónde la mesa redonda, siquiera, maquillando tamaño atropello?

Dónde la comparecencia de esos dirigentes a los que nadie, realmente, eligió.

Que fueron colocados a dedo.

Por designio y capricho monárquico.

No les importa un carajo ni la historia, ni la cultura, ni al pueblo.

No les importa el país.

Sólo sus bolsillos.

Venden la patria.

¿A quién se le ocurrió semejante descalabro?

¿Cómo se explica?

¿Por qué no da o dan la cara?

Ahora el Ministerio del Turismo dice que se verá en su momento.

No hay, ni habrá, respuesta. *

* Todos sabemos que el funcionario vocero, ni pincha, ni corta en la toma de decisiones.

Sólo dilaciones, angustias, postergaciones, hipocresía, descaro, carencias y más mentiras.

Una inversión de trescientos millones de dólares puede comprar el silencio ante cualquier afrenta nacional.

Otra más.

AY, MALEMBE, LOS CUBANOS NI SE RINDEN, NI SE VENDEN, ja, ja. *

* Al tiempo que pollo por pescao, recogen médicos, sueltan peloteros, buscando dinero, limpiándose el culo con la solidaridad.

Y ya se anuncia la “nueva” constitución * con un rosario de retrocesos, rebotes, soslayos y más regresiones.

* ¡Total, ningún policía conoce, o respeta, la actual! ¡Y la anterior nos la impusieron! ¡Y la, aún más, antigua, la borraron hasta de los mapas! ¡Además, si quieren joderte, se cagan hasta en sus mismas restricciones!

COMUNISMO A LO CUBANO PARA TURISTAS.

Con estira y encoge.

Con dónde dije digo, digo Diego.

Con dale al que no te dio.

Esconden la bola.

Gaticas de María Ramos. *

* Sordos al maltrato animal.

Nos acusan de estar confundidos, de querer tergiversar.

Somos los demás los que nos equivocamos.

Se justifican, retuercen, vomitan, algo maquinan, siempre a nuestros costos y a nuestras espaldas.

Parecen malos bomberos, apagando fuegos, sin manguera y constantemente con falta de agua.

Ni con el 68, ni con el 349, ni ahora con el 82, * ni con nada más que venga de ellos.

* ¡Parece charada o una terminal de ómnibus!

Cero es lo único que entiendo.

Porque, ¿hasta cuándo?

Ya no hay manera de creerles.

HAY QUE APRENDER A DECIR NO.

Alto, limpio y clarito.

NO.

Así, que díganle a Catalina, que ni compre el dichoso guayo, que la yuca se nos pasó hace rato.

NO es NO.

¡Componte canallón!

NO a una Carta Magna que parece los estatutos del partido. *

* Ése, el único, el inmortal, como las cucarachas.

NO.

Porque es CON TODOS Y PARA EL BIEN DE TODOS.

No de una mayoría, o de unos pocos cuantos.

NO.

A lo Manzanero:

NO.

Porque tus errores me tienen cansado.

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Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Juan Carlos Cremata Malberti

Director de cine y guionista cubano. Se graduó en 1986 de Teatrología y Dramaturgia, en el Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana, posteriormente cursó estudios en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños graduándose en 1990.


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