Miles de bolivianos se lanzaron a las calle de La Paz para el lunes como consecuencia del reciente fracaso del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para implementar los resultados del referéndum constitucional de 2016, rechazado por un margen de solo 2,58 por ciento.
Los manifestantes exigieron, a su vez, la renuncia de miembros destacados del cuerpo legislativo.
Algunos, incluso, quemaron -en modo de simulacro- las caras del presidente boliviano Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera, quienes buscaron extender el límite a tres términos consecutivos en el referéndum.
Hace dos años atrás el TSE dictaminó que no habría límites de mandato en el cargo público. Esto permitió a Morales postularse por cuarta vez consecutiva a la presidencia, desde su primer período antes de la introducción de la constitución de 2009.
"No queremos que sea como es hoy en Venezuela, queríamos liberar a Bolivia", declaró Valentina Fernández, una de las opositoras.
A partir de la reciente decisión del Tribunal Supremo boliviano, las elecciones presidenciales se llevarán a cabo el venidero 20 de octubre con Morales y Linera como representantes del Movimiento por el Socialismo (MAS).
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