Muy pocos gobiernos en el mundo han elevado los impuestos a los cigarrillos y a otros productos derivados del tabaco. Por tanto, no han utilizan una medida que tiene un bajo costo y que funciona muy bien para disminuir la demanda por el tabaco, salvar vidas y generar fondos para financiar servicios de salud, de acuerdo con un informe presentado recientemente por la Organización Mundial de la Salud que se titula: "Informe de la OMS sobre la epidemia global del tabaco 2015"
Este informe recomienda que se eleven los impuestos sobre el tabaco. Aunque ya 33 paises han establecido impuestos al tabaco que representan más del 75 % del precio de venta de un paquete de cigarrillos, muchos otros han establecido impuestos extremadamente bajos y algunos no han aplicado impuesto alguno a estos productos.
La elevación de los impuestos sobre estos productos es una de las formas más efectivas y costo-efectivas de reducir el consumo de productos que matan, en tanto al mismo tiempo se generan grandes recompensas, dijo la Dra. Margaret Chan.
Los principales hallazgos del reciente informe, financiado por Bloomberg Philanthropies, demuestran que son muy pocos los países que han grabado suficientemente los productos del tabaco en esta lucha continua contra esta epidemia mortal.
La imposición de elevados impuestos al tabaco reduce el consumo y promueve el abandono de este dañino hábito.
Los impuestos al tabaco pueden ser también una importante fuente de financiamiento para la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible post-2015.
Las enfermedades derivadas del consumo del tabaco constituyen en la actualidad uno de los mayores retos que enfrenta la salud pública en el mundo. En la actualidad se produce la muerte de 1 persona cada 6 segundos por una enfermedad derivada del tabaco lo que equivale a alrededor de 6 millones de personas al año. Las previsiones que se han realizado pronostican que para el 2030 esta cifra será de 8 millones de personas por año.
El uso del tabaco es tambien uno de los 4 principales factores de riesgo que sustentan a la epidemia global de enfermedades no trasmisibles: Cánceres, enfermedades cardiacas y pulmonares, y diabetes. En el año 2012, estas enfermedades produjeron la muerte prematura de 16 millones de personas (antes de los 70 años de edad), más del 80 % de estas muertes se produjeron en países con ingresos medio o bajo.
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