El Palacio Presidencial

Situado en la manzana comprendida entre las calles Refugio, Colón, Zulueta y Monserrate, en la llamada "Parcelación de La Muralla", se comenzó a construir por el Gobernador Provincial, general Ernesto Asbert, en la segunda década del siglo XX, para sede del Gobierno de la provincia, pues el Palacio Presidencial se construiría donde está el Capitolio.
Poco después de la toma de posesión del general Menocal, su esposa Mariana Seba, que se había enamorado del edificio, lo convenció para que lo adquiriera a nombre del Estado y lo destinara a Palacio Presidencial, designando entonces el Capitolio como sede del Congreso. Funcionó como Palacio Presidencial entre 1920 y 1965.
El Palacio Presidencial tiene cuatro pisos, coronado por una esbelta cúpula con su media naranja de terracota de colores amarillo y azul. Fue obra del arquitecto cubano Carlos Maruri y del belga Jean Beleau, quienes ganaron el concurso convocado a ese efecto. El profesor arquitecto Pedro Martínez Inclán opinaba sobre él: que a pesar de sus defectos, que no son pocos, cualquier arquitecto moderno pudiera vanagloriarse de haber sido el autor de una obra que es constructivamente una de las mejores de La Habana.
La Casa Tiffany, de Nueva York, tuvo a su cargo la decoración. El costo del mobiliario y adornos ascendió a millón y medio de dólares.
Hoy radica aquí el Museo de la Revolución. Se encuentra en reparación.