El terremoto de 6.1 que sacudió este lunes en la madrugada la región oriental de Cuba dejó a su paso miedo, incertidumbre y destrucción, según un conmovedor testimonio que refleja la angustia vivida por los afectados y sus familiares que viven en otros países.
La devastación y el impacto emocional en las comunidades más vulnerables evidencian la gravedad de la situación y la necesidad de atención urgente, como se aprecia en una publicación de Yau Salcedo en Facebook.
“Fue una noche sin dormir, otra madrugada que se extendió y la cabeza daba vueltas sin rumbo. Saber a los míos y a miles de personas viviendo otra vez el susto de otro sismo duele, y no se imaginan cuánto. La naturaleza se manifiesta y Dios también”, expresó.
Salcedo narró la experiencia de su madre, cuya mirada perdida y lágrimas eran testigos del terror vivido.
Además, denunció la respuesta de los medios oficialistas cubanos, que minimizaron el impacto del fenómeno: “Todavía tengo que escuchar en los medios oficialistas en Cuba que hay ‘algunos reportes’ y que los daños ya ‘venían del sismo anterior’”, escribió con indignación.
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En su publicación, también mencionó los estragos sufridos por la comunidad de Baire, en Contramaestre, provincia de Santiago de Cuba, particularmente en zonas como la Avenida 4 y la Carretera Central, donde las condiciones de pobreza y precariedad agravan aún más la situación.
“Lo siento mucho por mis vecinos que hoy enfrentan esa destrucción en medio de tanta miseria y calamidad”, agregó Salcedo, lamentando la difícil realidad que vive su comunidad tras el sismo.
Pese a todo, su mensaje concluyó con una nota de esperanza: “Sigo con la esperanza de que ninguna noche puede durar tanto que el sol nunca salga de nuevo”, insinuando el deseo por una mejor situación, en el más amplio sentido de la palabra, para Cuba.
El terremoto ocurrido sobre la 1:00 a.m. (hora local) de este lunes, cuyo epicentro se localizó en el suroeste de Santiago de Cuba, provocó deslizamientos de tierra y caídas de grandes piedras en Babujal, en el municipio Guamá, Santiago de Cuba, como evidencia de la magnitud del desastre natural.
El incidente ocurrió después de Uvero, en un tramo considerado muy peligroso, por la cercanía de la Montaña con la carretera.
Un estudio científico, publicado por el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS) en su sitio web este lunes, señala que los terremotos tienden a ocurrir con mayor frecuencia durante la noche en ciertas regiones del Caribe.
Este hallazgo se divulga a propósito de la preocupación generada en la población luego del sismo.
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