El pasado 7 de junio 30 ciudadanos cubanos, incluido un menor de edad, fueron detenidos en el puerto fluvial de Coca, en Orellana, Ecuador.
A los sujetos, que habían ingresado el pasado día 7 de junio a Coca por la ciudad de Nuevo Rocafuerte a través del río Napo, les fue interpuesta una orden de deportación por parte del juez Clemente Paz Lara, de la Unidad Penal Multicompetente de Francisco de Orellana tras dos audiencias celebradas los pasados 8 y 9 de junio.
Para cumplir la sentencia el juez ha ordenado a a policía que entregue a los sujetos a Migración, para que sean trasladados al centro de acogida temporal en Quito conocido como Hotel Carrión.
“Nosotros estuvimos más de 22 días en el Amazonas, un grupo armado nos robó, unos militares del Perú nos encontraron y nos llevaron hasta la frontera con Ecuador. Les pagamos USD 200 por persona. Cuando llegamos a Ecuador solo queríamos pasar para seguir el viaje a Estados Unidos”, indicó uno de los cubanos en conversación telefónica sostenida con el medio local El Comercio.
Los sujetos , que han solicitado un salvoconducto a través de abogados de derechos humanos que les permita transitar por el país y arribar al destino deseado: los Estados Unidos, arribaron el pasado mes de enero a Brasil para continuar rumbo al norte. Sin embargo, fueron “secuestrados por un grupo irregular armado en Colombia”, indicó El Universo. Decidieron, entonces, cambiar de planes y “pasar por Perú y Ecuador”, aclara el medio.
La historia de estos migrantes cubanos no es, sin embargo, ni extraña ni puntual, más bien pone en evidencia lo incesante de los flujos migratorios cubanos y su peso en los países que les sirven de tránsito hacia tierra estadounidense.
Desde el pasado mes de diciembre en que el gobierno ecuatoriano decidió exigir visado de turismo a los cubanos, estos solo pueden permanecer tres meses de manera regular en el territorio. En la actualidad, según el propio medio El Comercio, existen unos 5mil cubanos en suelo ecuatoriano que quieren marcharse vía México hacia Estados Unidos.
Las ansias de cumplir el sueño migratorio, pese a las trabas y restricciones migratorias, los hacen presa fácil de las inescrupulosas mafias de tráfico de personas que cobran entre USD 6 000 y USD 15 000 por una peligrosa travesía que puede tomar entre 20 o 30 días de media.
Para denunciar una situación insostenible para muchos, desesperada otros, este mismo lunes 13 de junio decenas de cubanos residentes en Ecuador protagonizaron una manifestación frente a la embajada de México. Los participantes, que portaban pancartas con rostros de compatriotas que se quedaron por el camino, abogaban por poder ingresar a México de forma segura para no tener que recurrir a ilegales y peligrosas rutas.
(Imagen tomada de El Universo)
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