Pocos días después del anuncio de Trump de su política hacia Cuba, el canciller cubano Bruno Rodríguez señaló que la ceremonia que tuvo lugar en Miami fue "un grotesco espectáculo salido de la Guerra Fría ante un reducido auditorio compuesto por esbirros y ladrones de la dictadura de Batista".
Al día siguiente, el Secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, afirmó: “La política que el Presidente expuso para Cuba, primeramente y ante todo, es algo que va a ayudar al pueblo cubano”.
El Secretario de Prensa del gobierno de Trump evitó una confrontación directa con el diplomático cubano y se limitó a exponer los objetivos de las medidas de Trump. Explicó que la nueva política "va a desestimular los pagos a los militares y ayudar a los cubanos a levantarse económicamente".
“Nuestra meta es asegurar que la política de este gobierno sea, primeramente y ante todo, ayudar al pueblo cubano. Y creo que eso es lo que ha hecho el presidente, y es por lo que vamos a continuar abogando", recalcó.
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