Para Santiago Antúnez, proclamado el mejor entrenador del mundo en 2010, lo ocurrido este lunes en la final de los 110 metros con vallas en el Campeonato Mundial de Atletismo, no hace otra cosa que corroborar que “existe un solo ganador, el resto es una incógnita”.
Antúnez fue cauto al valorar la actual situación por la que atraviesa esta modalidad en Cuba y tampoco quiso emitir comentario alguno sobre la faena de su ex pupilo Orlando Ortega, nacionalizado en España.
“Desde los pasados Juegos Olímpicos he reiterado el descenso de nivel que están teniendo los 110 con vallas. Siempre habían existido cuatro o cinco corredores en una final con la misma calidad y el ganador se ha visto exigido a realizar una carrera extremadamente técnica. Ahora sólo hay uno, el jamaicano (McLeod), el resto es una incógnita. Veo el trabajo técnico deficiente al final, los franceses siguen perdiendo en la tira por su técnica”, señaló el famoso preparador cubano, forjador de campeones olímpicos como Dayron Robles y Anier García.
Omar McLeod se proclamó campeón mundial (13.04) un año después de haber conquistado el título olímpico, un “doblón” singular que en los últimos 20 años sólo consiguió el estadounidense Allen Johnson en Atenas 1997.
Detrás de McLeod, 23 años, llegaron el campeón defensor, el ruso Sergey Shubenkov con 13.14 y el sorpresivo húngaro Balazs Baji (13.28).
La aspiración del estadounidense recordista mundial (12.80), Aries Meritt, de obtener una medalla luego de enfrentar un trasplante de riñón, se frustró al quedar en quinto lugar (13.31).
Otra decepción llegó para España cuando el hispano-cubano, subcampeón olímpico, Orlando finalizó séptimo con 13.37 y no pudo darle el metal que aún está pendiente en el cuadro por países.
Varias fuentes españolas que han seguido la trayectoria del oriundo de Artemisa, en el occidente cubano, han comentado sobre algunas fallas técnicas que tienen preocupado al corredor, especialmente, en la arrancada y a la hora de atacar la primera valla.
Otros tres cubanos se alistaron en esta prueba: Roger Iribarne, que con 13.43 llegó a semifinales y Yordan O´Farrill, quien tuvo que abandonar a mitad del tramo por una contracción muscular.
El tercero, Yidiel Contreras, nacionalizado español en 2015, hizo 13.40 en las eliminatorias y fue séptimo en una de las semifinales con 13.65.
A Contreras lo está entrenando Antúnez en la actualidad junto a otros dos prospectos italianos en Formia, un excelente lugar a casi dos horas de Roma donde el Comité Olímpico italiano tiene un centro para su atletismo de alto rendimiento y ha contratado al experimentado técnico de Ranchuelo, Villa Clara, tras su estancia en Brasil.
“Es muy joven aún y sólo lleva dos meses entrenando conmigo. Tenía este año 13.62 y terminó el Mundial con 13.40. Esperemos el próximo año. Lo veo muy bien”, dijo sobre el nuevo talento hispano-cubano que se entrena junto a los alumnos italianos Paolo de Molina y Simone Poccia.
Sobre Iribarne y O´Farrill, el adiestrador que forjó igualmente a otros finalistas olímpicos como Aliuska López, Emilio Valle, Odalys Adams, Eric Batte y la campeona de Sevilla-99, Daimí Pernía, dijo que “es una pena con el potencial que tienen y estén corriendo mal, desperdiciando la oportunidad del actual panorama internacional de los 110”.
El Mundial de Londres se presentaba como la última esperanza del ex recordista mundial y campeón olímpico de Beijing, Dayron Robles, de retomar su senda en la arena mundial. Sin embargo, una lesión volvió a afectarle en una de sus piernas y le sepultó la ilusión de clasificarse, tras varios intentos fallidos, un hecho que podría obligarlo al retiro.
“Creo que debe pensar mejor qué opción tomar, pues un gran atleta debe dejar una gran imagen” declaró Antúnez en entrevista para CiberCuba.
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