Los planes con Cuba de la naviera de cruceros norteamericana Victory Cruise Lines parecen no detenerse a pesar de las últimas restricciones impuestas por el Gobierno de Donald Trump en relación a la Isla.
Aunque las nuevas medidas afectarían el sector turístico principalmente, uno de los más rentables dentro de la depauperada economía cubana, Bruce Nierenberg, presidente y CEO de la compañía dijo que "Este cambio de regla hace que viajar a Cuba sea más atractivo que nunca".
"La confusión ha terminado. Al final, los cambios confirmaron que nuestro papel era esencial para los viajes y el turismo en Cuba. La finalización de la regla de ayer debería tener un efecto mínimo en los viajeros estadounidenses a Cuba, excepto aquellos que viajan solos sin un plan o programa en particular", explicó.
"Todos nosotros en Victory Cruise Lines estamos entusiasmados con la oportunidad de comenzar a ofrecer la única experiencia de crucero inclusivo e inmersivo a Cuba disponible en la actualidad".
El optimismo de Nierenberg tiene que ver, sobre todo, con que las nuevas restricciones convierten a los cruceros en la vía más cómoda para los estadounidenses que desean visitar la mayor de las Antillas.
De ello está tan claro Nierenberg, como AirBnB, otra empresa con "negocios" en la Isla que dijo sentirse "beneficiada" con las nuevas regulaciones.
Por lo pronto, Victory Cruise Lines continuará a toda vela con sus planes de navegar hacia Cuba a partir del próximo invierno y primavera en una serie de cruceros de dos semanas, que incluirán estancias en La Habana, Cienfuegos, Trinidad, Santiago de Cuba y María La Gorda.
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