Una de solo ocho selecciones que han podido imponerse en la Copa del Mundo de Fútbol, Uruguay, navegó con fortuna en el sorteo de Rusia 2018 y es la gran candidata a liderar el grupo A, posiblemente acompañada por la anfitriona Rusia.
El once del venerable Óscar Tabárez superó con buena nota la fase de clasificación, a tal punto que esta vez no se vio precisado a intervenir en una repesca que se le había hecho habitual tras jugarla consecutivamente en 2002, 2006, 2010 y 2014.
Ahora no. Ahora acabó segundo de la CONMEBOL aventajado únicamente por Brasil con nueve triunfos, cuatro empates y cinco reveses en 18 encuentros, y lidiará en su duodécimo Mundial en busca de enriquecer una vitrina que atesora los títulos de 1930 y 1950, además de un total de cinco presencias en fases semifinalistas.
Si bien la defensa y el ataque charrúas los integran jugadores archiconocidos del tipo Diego Godín, José María Giménez, Edinson Cavani y Luis Suárez, en el centro del campo se ha ido abriendo paso el relevo generacional mediante hombres de clara mentalidad ofensiva como Federico Valverde, Mathías Vecino, Nahitan Nández y Rodrigo Bentancur.
Uruguay va de favorito en esta llave, y eso difícilmente alguien lo niegue. No obstante, recientes resultados en topes amistosos han puesto en entredicho el poderío de los celestes, que en noviembre empataron a cero ante Polonia y después cayeron derrotados 2-1 frente a Austria.
Rusia, que acogerá el evento, podría alzarse con la segunda plaza. Stanislav Cherchesov ha logrado sacar a la escuadra del marasmo que la redujo a polvo en la última Eurocopa, apoyado en un esquema con tres defensores centrales y un quinteto de elementos en el medio del rectángulo.
Señalamientos no han faltado. Por ejemplo, el concerniente a uno de los más lúcidos mediocampistas defensivos del país, Igor Denisov, ignorado en las convocatorias debido a un incidente que lo enfrentó con el ahora DT. Pero en sentido general los rusos atraviesan un período tendiente al optimismo luego de generar buen fútbol en la Copa Confederaciones y entablar a tres goles contra España en un match efectuado en noviembre.
Los demás convidados al grupo A son Egipto y Arabia Saudí.
Los Faraones llegarán con la vitola de adoradores del Catenaccio, esgrimiendo un sistema 4-2-3-1 que apenas encajó dos tantos en la Copa de África.
Héctor Cúper ha inculcado la filosofía del repliegue defensivo a tiempo completo, y por ese camino la escuadra vive colgada de las aportaciones atacantes de Mohamed Salah, el veloz delantero del Liverpool que participó en siete de las ocho dianas convertidas por el grupo en la clasificación de la Copa del Mundo.
Finalmente, los saudíes –quienes cambian de técnico como de ropas las modelos- se encomendarán a los buenos oficios de Juan Antonio Pizzi, el mismo hombre que no pudo lograr el boleto de Chile a Rusia 2018. Es un hecho que en las filas de los Halcones Verdes hay talento, pero también que la inexperiencia competitiva está llamada a devorar todos los sueños de un país incapaz de plantarse en octavos de final desde la cita mundialista de 1994.
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