El ruso Dmitry Bivol quedó perplejo al saber que el cubano Sullivan Barrera (21-1,14 nocauts) lo había seleccionado como su próximo rival. El euroasiático, un púgil altamente competitivo y de finas prestaciones durante el 2017, esperaba que “El Hijo de Fefita” colocara su vista en el más ranqueado Sergey Kovalev. Pero no.
Bivol (12-0, 10) viene de la mejor temporada de su vida. El pasado año le deparó cuatro victorias, sin la sombra del revés, con todos sus rivales aniquilados antes del cierre de lo pactado. Robert Berridge, Samuel Clarkson, Cedric Agnew y Trent Broadhurst sucumbieron ante el talento de este joven de 27 abriles.
Baste decir que su debut profesional aconteció el 28 de noviembre de 2014 y que en apenas tres cursos ha combatido en doce ocasiones y todavía desconoce el sabor bien amargo de la derrota.
Empero, el próximo 3 de marzo, en la ciudad de Nueva York, el ruso tendrá la oportunidad de medir su nivel frente a uno de los mejores boxeadores de la división. Barrera, quien presenta como único fracaso aquel duelo ante el excelso Andre Ward, ex mejor libra por libra del planeta, también planea salir airoso.
Sobre la pugna, Bivol le confesó al sitio BoxingScene que siempre pensó que "elegiría a Kovalev (…) él me eligió y me alegro de que haya sucedido”. Y se aventuró al mencionar que pensó que era "más fácil para él, tal vez, que Sergey Kovalev”, dijo. “Creo que cometió un gran error”, arremetió.
El combate entre Dmitry y Sullivan será por la faja semipesada de la Asociación Mundial, en poder del primero. Seguramente, el que salga ganador tendrá la oportunidad de unificar con Kovalev, dueño del título de la Organización Mundial de Boxeo.
Así, con los fantasmas merodeando aún el espacio tras el rotundo fracaso del santiaguero Guillermo Rigondeaux, el último 9 de diciembre, el Teatro del Madison Square Garden albergará a otro cubano en un programa trascendental para su trayectoria deportiva.
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