La venidera "Marcha de Nuestras Vidas" que tendrá lugar el próximo 24 de marzo en varias ciudades de los Estados Unidos, ya ha dejado su primera huella en Washington D.C, justo frente al Capitolio de los Estados Unidos, lugar donde a diario congresistas y senadores estadounidenses dictan las leyes del país.
Se trata de un monumento hecho con 7000 pares de zapatos que representan las vidas de cada niño perdido desde el tiroteo en la Escuela Primaria Sandyhook hasta esta último, que tuvo lugar el pasado 14 de febrero en Parkland, Florida.
Las donaciones de zapatos fueron aceptadas en diversas ubicaciones de la ciudad hasta el pasado lunes.
Se espera que la marcha estudiantil de este 24 de marzo movilice a millones de estudiantes y personas familiarizadas con su causa, en la búsqueda de una solución a los tiroteos masivos que tienen lugar en escuelas de los Estados Unidos.
Sin embargo, tal y como señalara uno de los líderes del movimiento estudiantil Never Again, Cameron Kasky, el objetivo de ellos es mucho más amplio, pues no se trata solo de evitar tiroteos en escuelas; sino de evitar tiroteos en lugares públicos. Los jóvenes pretenden evitar que decenas de personas mueran por las balas de un arma que no debería ser vendida a los civiles.
Se trata más bien de un performance visual, con una poderosa carga conceptual.
El "monumento" recibirá a los jóvenes norteamericanos este 24 de marzo, en la que se espera sea una marcha comparable en tamaño a la protagonizada por jóvenes el 21 de octubre del año 1967, en protesta por la guerra de Vietnam.
Ese día, alrededor de 100 mil personas, la mayoría jóvenes blancos, tomaron casi por asalto el edificio del Pentágono, en la que se considera la primera de las derrotas que sufrió el ejército de los Estados Unidos en su propio territorio, y justo delante de su cuartel general.
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