El médico y opositor cubano Arnoldo de la Cruz, conocido por denunciar en repetidas ocasiones irregularidades en el sistema de salud de la Isla, fue llamado a juicio esta semana por el supuesto delito de “propagación de epidemias”, informó Martí Noticias.
Según recoge el referido medio, el galeno ha sido citado para mañana miércoles por el tribunal municipal de Palma Soriano, en Santiago de Cuba, aunque cabe la posibilidad que se postergue la vista oral, debido a que la jueza ha devuelto el expediente a la policía.
De la Cruz, miembro de la organización opositora Cuba Independiente y Democrática, ha sido activo al denunciar irregularidades como el déficit de medicamentos.
"Legalmente no he podido hacer el contrato de ningún abogado porque ellos llevan el proceso por un mecanismo que se llama 'testado directo,' donde yo mismo tengo que hacer mi función de abogado, yo soy el que tengo que presentar los testigos y pruebas", dijo el médico a Martí Noticias.
El delito que le imputan, según dejó saber, está contenido en el artículo 187 del Código Penal cubano. De ser hallado culpable, podría enfrentar una condena de tres meses a un año de privación de libertad, o cuotas de 100 a 300 pesos, o ambas sanciones.
El médico explicó que la causa de su imputación radica en que se rehusó a trasladarse a un “hospital de campaña” en el que le tratarían un dengue hemorrágico. De la Cruz prefirió pasar la enfermedad en su casa, tomando las medidas de seguridad pertinentes, por temor a que su estado de salud empeorara en el referido centro.
"Consideré que podía ser portador de un dengue hemorrágico y solicité auxilio de un colega clínico en el cual confío y después de examinarme me dijo que concordaba con el diagnóstico que yo me había hecho", contó el profesional, quien se presentó en la unidad de cuidados intensivos del municipio Palma Soriano y fue ingresado por indicación de un médico que identificó como Quintela.
Para De la Cruz, su médico seguía una indicación de la dirección municipal de Salud Pública en orden de trasladarlo a "un hospital de campaña", centros que según él no cuenta con las condiciones para la vigilancia de la enfermedad. No obstante, indicó, "la enfermedad había dejado de ser transmisible apenas cedió la fiebre".
El galeno asegura que los días que pasó en su casa, cuando la enfermedad era transmisible, él permaneció bajo un mosquitero como indica el protocolo en esos casos y se presento periódicamente en el hospital hasta que vinieron dos policías a llevárselo por la fuerza.
"Llegaron a mi domicilio con ánimos de entablar algún tipo de combate (...) el policía que primero se baja de la ambulancia empezó a hacer ejercicios de calentamiento como si estuviese buscando un enfrentamiento personal'", comentó.
"Yo le manifesté mi inconformidad con esto y ellos insistieron porque tenían órdenes de una detención por este motivo, ordenada por el jefe de la policía municipal", dijo.
Cinco días después, un instructor policial le indicó que la Dirección Municipal de Salud Pública lo había acusado de “propagación de epidemias", un delito del cual también han sido acusados al menos otras tres personas en el territorio.
De la Cruz está convencido hasta el momento de que se trata de un complot del Gobierno para condenarlo por su condición de opositor.
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