El artista británico Robbie Williams se convirtió en el protagonista de la ceremonia inaugural del Mundial de Rusia, que arrancó este jueves con el partido entre la selección anfitriona y Arabia Saudí.
El intérprete, que actuó junto a la estrella rusa Aída Garifullina, dio la nota con un feo gesto al extender el dedo del medio mientras miraba a las cámaras.
Las reacciones no se hicieron esperar en las redes sociales, en una mezcla de humor y enfado.
En las últimas horas el artista recibió criticas del empresario Bill Browder y de la organización Human Rights Watch por aceptar cantar en este evento.
"Nos encantaría contarle (a Williams) sobre la situación de los derechos humanos en Rusia (...) para que esté bien informado cuando llegue allí. También podría hacer una contribución positiva si habla durante su visita", aseguró el director de la organización humanitaria para Europa y Asia Central, Hugh Williamson.
"Creemos que la forma en que el gobierno ruso y el presidente Putin está usando el Mundial y, en particular, la ceremonia de inauguración es una manera de legitimar su poder y su autoridad", añadió.
Desde el entorno de Williams nadie ha respondido a estos comentarios, aunque el cantante mostró recientemente su interés por visitar el país y calificó de honor participar en la ceremonia de inauguración.
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