Por si fueran pocos los rigores y carencias del día a día, ahora los pinareños sufren una nueva dificultad. En la última semana el servicio de transporte en la más occidental de las provincias cubanas ha tocado fondo, y la prueba más palpable de esa situación son las multitudes acaloradas que aguardan la llegada de un ómnibus Diana.
El panorama es particularmente complejo en la capital provincial donde si bien resultaban insuficientes los vehículos disponibles, ahora su presencia es mucho más azarosa en las rutas acostumbradas.
A través de sus perfiles de Facebook varios pinareños han denunciado lo que catalogan como “una falta de respeto” o “abuso”, toda vez que han visto afectado considerablemente su desenvolvimiento diario.
«Y una tiene que ver como en el noticiero estelar hablan por estos días de que se ha continuado consolidando el transporte en la Habana… será con lo que nos están quitando a nosotros ¿no?», escribió en su muro uno de los usuarios de esa red social.
Pero el acostumbrado sentimiento de ninguneados que sienten los vueltabajeros, por vivir en un territorio con necesidades históricamente postergadas, pudiera tener mayores fundamentos esta vez. Según choferes consultados desde este mes de junio se han comenzado a recortar las asignaciones de combustible para asegurar los niveles que demanda el verano, sobre todo en territorios cubanos priorizados como la capital cubana.
Dicho de otro modo, a Pinar del Río no le han quitado las guaguas, sino el combustible, y el recorte ha sido bastante significativo según reconocieron recientemente directivos del transporte en la provincia.
En entrevista concedida a Radio Guamá y luego republicada por el periódico Guerrillero, órgano del comité provincial del partido, se conoció que la reducción comprende la tercera parte de los niveles normalmente asignados para un mes.
Ariel Cala Montano, director comercial de la empresa de Pasajeros de Ómnibus en Vueltabajo dijo a Guerrillero: “La reducción con respecto a otros meses, y que afecta lo que teníamos planificado, es del 31 por ciento; esto no significa que se vayan a desaparecer las rutas, se mantienen las que están solo que la frecuencia se prolonga.”
Si bien el propio directivo explicó que se priorizarían las rutas hospitalarias 4 y 6, concentrando las afectaciones en otros itinerarios, fundamentalmente en los servicios suburbanos, hasta los municipios y las comunidades del Plan Turquino —asentamientos supuestamente priorizados en la isla—; lo cierto es que ahora mismo la estrecha disponibilidad de transporte golpea a toda la provincia por igual.
En los horarios de la mañana y la tarde, coincidiendo con la entrada y salida de los centros laborales, la situación se agudiza considerablemente y no son pocos los que echan mano a sus bicicletas como en los peores días del período especial.
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