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“De amores y esperanzas” o más vale tarde: dos años demoró la segunda temporada

Con un elenco estelar, la segunda temporada de la serie “De amores y esperanzas” empezó el sábado 7 de julio

Raquel González dirige "De amores y esperanzas" © www.tvcubana.icrt.cu
Raquel González dirige "De amores y esperanzas" Foto © www.tvcubana.icrt.cu

Este artículo es de hace 5 años

Bajo la dirección de la guionista, actriz y realizadora Raquel González, De amores y esperanzas, en su segunda temporada (con 13 capítulos a transmitirse en horario estelar de sábados, hasta septiembre) aspira a satisfacer el compromiso con la crítica y el público que conquistó la exitosa primera temporada.

Raquel González estudió actuación en la ENA, donde fue alumna de Raquel Revuelta y Sergio Corrieri, entre otros. Después, dirigió grupos de teatro aficionado, radio y el departamento de doblaje. Fue pareja del conocido director de televisión Eduardo Moya, alguien de quien aprendió muchísimo. Para crear De amores y esperanzas, se inspiró en el largo proceso de su propio divorcio.

Su arribo a la dirección, y la posterior puesta en pantalla del proyecto, se vieron perjudicados por ciertos prejuicios machistas, y el esquema de abrirle el camino solo a los jóvenes. Raquel es mujer, y ya no era demasiado joven, de modo que su proyecto fue engavetado y postpuesto, hasta que un día, con la ayuda de RTV Comercial, se verificó, por lo menos, en cuanto a su primera temporada.

Muy cercana a la realidad, en tanto se acerca al sistema legal cubano, y a los conflictos de convivencia, raciales, maritales, parentales y de muy diversas índoles, De amores y esperanzas es el resultado de cinco años de investigación por parte de su guionista y directora. Su fabulación es muchas veces subrayada por las numerosas canciones de Silvio Rodríguez, cuya hija Violeta interpreta a una de las abogadas del bufete.

Ahora, la fotografía y la edición le corresponden a Rafael García, quien apenas ha podido solucionar el desbalance de la historia entre la historia con continuidad (en el bufete civil y sus abogados, quienes lidian sobre todo con temas relacionados con la vivienda y las familias), y las tramas que ocupan solo uno o dos capítulos, con los casos que tales abogados resuelven.

En el primer capítulo de esta segunda temporada el conflicto litigioso por la patria potestad se diluyó y alargó entre los problemas de quienes trabajan en el bufete, abogados y otros, pues el guion debió unir cabos sueltos para recordarle al televidente por dónde iba la trama. De modo que Edith Massola, Irela Bravo, Coralita Veloz y Corina Mestre les dieron notable continuidad a sus personajes, mientras el joven Denys Ramos se esfuerza por representar al muchacho bondadoso y expósito.

A pesar de su ritmo un tanto despacioso y lento, y el desengrane entre las tramas principales y las secundarias, De amores y esperanzas es uno de los más importantes dramatizados acometidos por la televisión en fecha reciente, sobre todo por su alto nivel histriónico, y por su voluntad de hablar sobre nuestra contemporaneidad desde la altura ética pero sin discursos moralizantes.

Una vez que concluya De amores y esperanzas, en septiembre de este año, el espacio del sábado por la noche será ocupado por otra teleserie de loable realización y donde la realidad es vista con profundidad y rigor. Se trata de Con Ciencia, que en lugar de abogados tendrá como protagonistas a hombres y mujeres de ciencia.

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Joel del Río

Joel del Río. Periodista, crítico de arte y profesor. Trabaja como redactor de prensa en el ICAIC. Colabora en temas culturales con algunos de los principales medios en Cuba. Ha sido profesor en la FAMCA y la EICTV, de historia del cine y géneros cinematográficos.


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