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Historia de las gemelas cubanas de 92 años: una sietemesina y la otra, un milagro

Las dos sueñan con celebrar juntas los 100 años.

Gemelas cubanas de 92 años. © Juventud Rebelde.
Gemelas cubanas de 92 años. Foto © Juventud Rebelde.

Este artículo es de hace 5 años

Teresa Gladys y Teresa Hilda, las gemelas cubanas de Ciego de Ávila que acaban de celebrar sus 92 años, llegaron a este mundo de manera precipitada en 1926, una época en la que aún no existían incubadoras. Una de ellas fue sietemesina y la otra, un milagro, según han contado al diario Juventud Rebelde.

Las dos nacieron monte adentro, en el batey La Teresita, en lo que antiguamente era la provincia de Camagüey (hoy Ciego de Ávila). La madre de ambas, Antonia, empujó fuerte y salió un niña pequeñita y poco después "un zurrón sanguinolento" que Dominga, la abuela comadrona rasgó con un ganchillo de pelo. De ahí salió una niña idéntica a la que acababa de nacer.

La familia metió a las dos bebés en la única cuna que habían comprado. La abuela las arropó con algodones y botellas de agua caliente para ver si podía salvarlas. Mientras tanto, la noticia del parto de "jimaguas" corrió como la pólvora y por la casa empezaron a pasar vecinos deseosos de ver a las niñas, que entre las dos sumaban sólo 5 libras (2,27 kg).

Nadie contaba con que las gemelas sobrevivirían. Sin embargo, con seis meses ya estaban fuertes y cada una se aferraba a un pecho de su madre, hasta que se secaron y fueron alimentadas con leche condensada.

A los seis meses, las gemelas ya estaban fuertes como un roble. Foto: Juventud Rebelde.

"Fíjate si éramos dos findinguitos que el anillo de la abuela nos entraba en la muñeca como si fuera una esclava", cuenta una de ellas a Juventud Rebelde.

Las gemelas no se han separado nunca. "¡No podemos vivir la una sin la otra!", confiesa una de ellas, que certifica que se angustian si estando lejos le ocurre algo a alguna de ellas.

Da fe de ello, Hérmida, una de las hijas de Teresita Hilda. "Se quieren más entre ellas que a nosotros mismos, sus hijos". Se ponen de acuerdo y guardan secretos familiares, dice.

Una de las gemelas es diestra y la otra, zurda; una tiene una mancha en el pómulo derecho y la otra, en el izquierdo. A una le salió un uñero "sietecueros" de los que no se curan y hay que operarlos en el dedo del medio de una de las manos y a la otra también. "Cuando nos llamamos para contarnos lo que sucedía nos quedamos pasmadas", reconocen.

Ninguna de las dos se confiesa dominante, pero una admite que hace trampas a las cartas y otra acepta que es la más obediente de las dos.

De jóvenes les encantaba ir a guateques a bailar. Hilda se enamoró primero y luego Gladys se hizo novia del hermano del novio de su hermana gemela Querían casarse el mismo día, pero al final no lo hicieron porque decían que eso traía mala suerte.

Las dos tuvieron buenos matrimonios, buenos hijos y hasta los nietos les han salido buenos.

Gladys es viuda, pero Hilda acaba de celebrar sus bodas de titanio (70 años de casados) con Hipólito.

Para las dos, ser cubanas es un orgullo. "Nosotras tenemos hijos en Estados Unidos. A las dos primero nos negaron la visa una vez y luego nos la dieron. ¡Hasta en eso coincidimos! Nuestros hijos allá nos miman. Son maravillosos. Aquello es muy bonito. Pero, mijito, cuando pasan unas semanas ya queremos volver pa’ lo nuestro porque extrañamos mucho".

Las dos tienen un mismo sueño: celebrar juntas los 100 años.

Las gemelas de Ciego de Ávila sueñan con llegar juntas a los 100 años. Foto: Juventud Rebelde.

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