APP GRATIS

Yumileidi Cumbá: "No me siento debidamente valorada"

"Soy lo suficientemente inteligente para sentirme frustrada; aspiro a más y lo que siento es que no voy a poder demostrarlo con atletas cubanos. Yo estoy segura de que voy a ser como Ubaldo Duany, Iván Pedroso, mi profesor Justo Navarro, que han engrandecido el patrimonio deportivo de otros países"

Yumileidi Cumbá © Granma
Yumileidi Cumbá Foto © Granma

Este artículo es de hace 5 años

Sobresalía por su imponente biotipo, su estatura de un metro 83 centímetros y 114 kilos de peso (ahora 125), su amplia sonrisa, mirada pícara, piel oscura.

Grande por fuera y por dentro, pues Yumileidi Cumbá Jay atesora el más preciado de los dones: un buen corazón.

Yumileidi Cumbá/ Venceremos

19 años en el seleccionado nacional de atletismo dan fe de su indiscutible clase, en una especialidad tocada frecuentemente por el dopping que utilizaban algunas de sus rivales.

“No podía ser que otras, con mucho menos somatotipo que yo e igual técnica, se pararan en el círculo y enviarán el implemento hasta los 21 metros con la misma facilidad que nosotras nos tomamos una taza de café. Eso me desequilibraba.

“Al cabo del tiempo, o inmediatamente tras la competencia, estaban sancionadas por dopaje. Pero, a veces, no las cogían, aunque yo sabía que había algo extraño. ¿Te imaginas cuántas medallas yo perdí en mi carrera?

“El dopping en el deporte es el peor de los flagelos. ¿Tú sabes lo que es entrenar debajo de este sol nuestro; seguir entrenando y compitiendo en las giras, después ir a la grandes competencias, y ver a atletas ganando, que no se pueden comparar contigo física, y en muchos casos, técnicamente? Te entra un desconsuelo, una impotencia, que ¿pa'qué?

“Y no fui sólo yo. ¿Recuerdas los fenotipos de María Elena Sarría, de Belsis Laza? Dos magníficos exponentes de la bala (f) en Cuba, y siempre eran relegadas en las competencias; estábamos fuera de la élite y entrenábamos científicamente.

“Nada más tienes que considerar que actualmente Justo Navarro entrena en Brasil al mejor balista de ese gran país que tiró en los Juegos Olímpicos de Río 21 metros 6 centímetros, récord nacional brasileño.

“Además, él era el entrenador de Misleydis González, mi compañera de los últimos años, que, tras los casos de dopping que han surgido, es subcampeona olímpica en Beijing y bronce en el Mundial en pista cubierta de Valencia 2008.”

Olvidemos malos momentos y vamos a hablar de la vida de Yumileidi Cumbá.

“Yo nací en la ciudad cabecera de Guantánamo el 11 de febrero de 1975; mis padres: Osmel, ya fallecido, y Nelia, quien ya tiene 60 años. Tengo una hermana menor, Yaleidi. Llego al deporte porque por mi estatura sobresalía.

“Comencé y siempre fui del atletismo, desde que estaba en el área especial de la Escuela Primaria Ramón López Peña. Ya a los 9 años matriculé en la EIDE provincial Rafael Freyre. Entrenaba con Eduardo Douglas Brown . A esas edades se practica un cuatrialón: jabalina, disco, bala y 60 metros con vallas, pero lo mío era la bala y el disco.

“Esos implementos me dieron el acceso a la ESPA nacional Giraldo Córdova Cardín que en aquel tiempo estaba en el municipio capitalino de Playa.”

Desde los 14 años, la niña guantanamera impacta por su privilegiado físico, y es así que pasa a ser dirigida por el mismo entrenador que la condujera por toda su carrera activa, el profesor Justo Navarro.

Cortesía de la entrevistada

“Justo, en esos 19 años, fue mi padre, mi maestro, mi amigo. Él hizo de mí una mejor persona. Estuvo en mi captación junto al profe Abaillé, y jamás me dejó. Mira, mi mamá, que tenía que cuidar a mi hermanita y trabajar, venía si acaso dos veces al año a verme a La Habana: Justo Navarro cubrió ejemplarmente esa ausencia necesaria. Hasta mis 15 primaveras me celebró junto a su esposa Josefa González. Es un gran pedagogo.

“Sus enseñanzas me valieron para no cometer errores o, al menos, tratar de evitarlos; me hizo estudiar. Cuando tenía que decirme algo me lo decía en una forma correcta, directa, de frente. Me hablaba de la maldad del mundo, pero que nunca hiciera nada fuera de contexto, que no me dejara llevar por lo malo. Esto, sin contar su sapiencia para entrenarme como atleta.”

Y así es la Cumbá: con la mejor de las sonrisas dice lo que piensa, sin ofensas, respetando a su interlocutor.

Hablando ya deportivamente, por supuesto que eres de la pirámide del alto rendimiento. ¿Tus principales eventos antes de llegar a mayores?

“Cuatro Juegos Nacionales Escolares y dos Juveniles; siempre campeona. Soy de las pocas en Cuba que intervino en dos Mundiales Juveniles. En Seúl 92 fui cuarta con 17 metros 41 centímetros y en Lisboa 94, segunda con 18,09.”

“Siendo juvenil competí en los Centrocaribes de Ponce 93, donde con 17 años gané la plata, detrás de mi compañera Herminia Fernández. Después de esos juegos formé parte de la matrícula de la selección nacional de mayores.

“En total tomé parte en tres citas regionales: Ponce 93, Maracaibo 98 y Cartagena de Indias 2006, y en 4 Panamericanos: Mar del Plata 95, Winnipeg 99, Santo Domingo 2003 y Río 2007. Gané dos preseas doradas en los Centrocaribes y una en citas continentales aunque en todos los casos subí al podio.”

Resulta verdaderamente amplía la relación de justas competitivas en las que la chica del Guaso ha intervenido, y siempre dando puntos a la delegación cubana, teniendo en cuenta el sistema de puntuación de la IAFF (Federación Internacional), que reconoce no sólo a los medallistas sino a los ocupantes de los ocho primeros lugares (seis en el caso de las justas en pista cubierta). Eventos de primerísimo nivel: Copas del Mundo, Campeonatos del Orbe, Juegos Olímpicos tuvieron a la Yumi entre las primeras.

“Sí, efectivamente. Ya te dije al principio de esta entrevista que yo tuviera un mejor palmarés si hubiese salido a la luz el dopping de varias atletas rusas, bielorrusas, chinas, ucranianas, estadounidenses. Esto no es ir contra la ética; es la verdad.

“Yo estuve presente en tres Copas: Sudáfrica 95, cuarta; Sevilla 2 mil y Atenas 2006, plata, con 19 metros 19 centímetros y 19,31, respectivamente; y en 5 Mundiales: Gotemburgo 95, Sevilla 99, Edmonton 2001, París 2003, Helsinki 2005 y Japón 2007. Mi mejor actuación fue el sexto lugar logrado en el estadio de la Cartuja en Sevilla (18 metros 78 centímetros).

“También asistí a cuatro versiones de Mundiales Bajo Techo : Maebachi 99; Lisboa 2001; Budapest 2003 y Rusia 2005. En la cita de Hungría yo fui tercera pero a la que había ganado, la ucraniana Vita Palisk, la cogieron dopada y subí al segundo escaño. Fue mi mejor actuación en citas del orbe invernales.”

Además, la Cumbá intervino, nada menos, entre el 2000 y el 2007, en ocho finales del circuito Grand Prix (ahora Liga del Diamante), algo verdaderamente digno de admirar. El cuarto lugar en Mónaco 2005 y el sexto en Sttugart, un año después se registran como sus más destacadas performances.

Como ven muy intensa resultó la carrera de Yumi, que tiene su punto culminante en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

“Yo tomé parte en cuatro Olimpíadas desde Atlanta 96 hasta Beijing, y claro está que fue en la justa helénica donde toqué el cielo con las manos.

“Ese 2004 fue el mejor de mi vida deportiva. Yo estaba a tope. Llegó la partida hacia Grecia y le dije a Justo, mi entrenador, que no integró la delegación: 'no te preocupes, que yo regreso aunque sea con bronce'. Entrenaba como una loca, me esforcé al máximo.

“Yo había marcado, antes de los Olímpicos, récord nacional en el Iberoamericano de Huelva, España: 19 metros 97 centímetros. Además, como ya te había dicho, en la temporada invernal fui tercera en el Mundial bajo techo de Budapest, Hungría, con 19, 31, que se convirtió en plata por dopping de la ganadora Vita Palisk de Ucrania. ¡Sabía que podía! Ocupaba el quinto puesto del ranking pero en Juegos Olímpicos las atletas se cuidan mucho del dopping y yo sabía que esos tirazos por encima de 20 y 21 metros iban a escasear.

“Recordarás que la competencia de bala fue extraída del estadio olímpico para efectuarla en la mitológica Olimpia. Hacia allí, salimos el día antes de aquel inolvidable 18 de agosto.

“Comenzó la eliminatoria por la mañana y yo logré pasar a la final de la tarde con el mismo primer disparo: 19 metros 19 centímetros. Misleydis y yo, como te dije, nos fuimos sin entrenador, y como Justo era amigo de todos, nos apoyaron técnicamente los preparadores de Brasil, Joao, y de España, Manolo. Siempre hacen falta los técnicos pues ellos se fijan en los detalles que tú al competir no ves. Fueron de inestimable ayuda.

“Allí, por Cuba, estaban para apoyarnos el profesor Rodrigo Álvarez Cambras, quien además del eminente galeno que es, hacía las veces de fisioterapeuta, Eduardo Pérez Caballero, Guayacol, lamentablemente desaparecido hace pocos días, que en aquel entonces era el comisionado nacional; y el bicampeón olímpico Alberto Juantorena, titular de nuestra Federación y hoy día vicepresidente de la IAAF.”

Yo recuerdo como hoy esa jornada pues pusieron un avión para la prensa y allí me alisté yo, fresca como era, sin solicitar autorización, que al final no fue concebida porque en otros deportes había otras opciones a medallas. ¡Pero es que yo sabía que en Olimpiada la bandera de la estrella solitaria iba a ondear!

“Y así fue. En la tarde comenzó la final y mi primer envío: 18 metros 79 centímetros, que me aseguró estar entre las ocho finalistas. Pasa la competencia y subo al sexto escaño, que mantuve con el 18,98 tras el cuarto lanzamiento. Voy al quinto y penúltimo, y marqué un 18 y piquito. Yo estaba que trinaba. Me decía: '¡tú puedes, tú has estado bien, aunque sea un bronce!'

“Te digo que invoqué a todo el santoral afrocubano, al español; el folklore vivió en mí. Oye, me acordé hasta de los dioses del Olimpo y de aquellos Juegos de la Antigüedad que se desarrollaban en aquel imponente escenario ¡y partí para el círculo!

“Han pasado 14 años y aún siento mi cuerpo estremecerse cuando empujé aquel pedazo de hierro lejos de mí. Alcé los brazos, cierro los ojos, grito. ¡19, 59! Estaba en medalla de plata detrás de Irina Korzhanenko, a la cual parecía no pesarle la bala tras enviarla a los 21 metros 6 centímetros. La alemana Nadine Kleinert me secundó con 19,55.”

Recuerdo que, inmediatamente que regresaste a la villa, fui a entrevistarte, y me trasmitiste tu felicidad. Al volver yo al IBC (Centro de la Radio y la Televisión Olímpicas en su sigla en inglés), el doctor Mario Granda, jefe del Instituto de Medicina Deportiva cuando aquello, ya fallecido, me detuvo y me dijo: 'escribe ahí que la Cumbá es campeona, quizás hoy no pero mañana, nada más que estén los resultados del antidopping, la campeona es nuestra.'

Y como vaticinó Mayito, aconteció. El 19 de agosto se hizo pública la noticia del dopping de la rusa y nuestra Cumbá recibía un muy merecido premio a su larga historia competitiva.

“Es lo más grande que me ha pasado en mi vida deportiva, la recompensa a mis esfuerzos y los de mi entrenador y maestro, Justo Navarro.

“Además, ¿te cuento una anécdota? el grito que di en ese envío dorado me valió una invitación a una competencia de gritos en Japón. Fuimos mi entrenador Justo y yo, y entre ellos japoneses, estadounidenses, una de Holanda, hasta una cantante de ópera. Y... gané yo. ¡Qué divertido!”

¿Te sientes satisfecha; qué haces en la actualidad?

“Pues, la verdad es que no me siento debidamente valorada. Si te digo que la actual comisión nacional, integrada por Agustín Abril y Yipsi Moreno, ha sido la única capaz de explicarme mi posición actual en el atletismo cubano y me han situado en el potencial de entrenadores para cumplir misión en el extranjero, ¿puedes creerlo?”

Como ya no me asombro de nada, sólo le pedí que me contara.

“Sencillo, después de intervenir en mis cuartos Juegos Olímpicos Beijing 2008 (donde no pude puntear para delegación), decidí retirarme. Eran muchos años, 19; eran muchas las lesiones de mis piernas, ya tenía 33 años.

“Pensé que siendo licenciada (ahora hago la maestría en entrenamiento de alto rendimiento) y con mi gran experiencia, podía entrenar a los más jóvenes en el estadio Panamericano, y efectivamente, me convierto en la sombra de Justo que era el técnico principal.

“Entrené a la propia Misleydis y en el 2010 cuando ella coge la plata en la Copa del Orbe me eligen entrenadora destacada del deporte rey de ese año. Todo esto sin tener plaza oficial. Mi sueldo venía de Guantánamo como ayuda técnica.

“Ese año, Justo se va de misión, y me dejan de segunda de Carlos Fandiño a quien pusieron jefe de entrenadores del área, hasta que después de Londres 2012, me liberan para cumplir misión. Estamos en el 2018 y yo, en las mismas.

“¿Es eso justo con alguien que le dio dos décadas de su vida al deporte, una campeona olímpica, con una carrera limpia, sana? Aquí es que me llaman Yipsi y Abril, y estoy en espera de poder, ¡al fin! partir de misión.”

Estoy en espera de poder, ¡al fin! partir de misión

(Entre nosotros, una forma, quizás la única, que tienen nuestros entrenadores y ex deportistas, de mejorar sus condiciones de vida y poder lograr el confort que todos merecen.)

Hablaste de Misleydis, ¿cómo era nvuestras relaciones, y en sí, con el equipo?

“Era una buena compañera, nos llevábamos bien, nos apoyábamos en los entrenamientos y competencias. Volviéndote al tema de atención al atleta. Sabes que dentro del área de lanzamientos, martillo, jabalina y disco siempre recibieron un trato diferenciado; lo entiendo, ahí había estrellas olímpicas y mundiales: Yipsi, Yunaika, Osleydis.

“Pero, ¿puedes creer que nos enviaron al piquete de balistas a hacer una base de entrenamiento en Camagüey sin médico ni fisio? Esto ocurrió antes de mi oro olímpico. Éramos, junto a Justo, Misleydis, Maylín Vargas, Yaniuvis López y yo. Todo cambió después del 2004. Hubo un resultado, pero de todas formas, todas éramos de la selección nacional.”

Quiero aclarar que, aunque eso fue cierto y debían haber llevado a sus profesionales de la salud, en cada provincia cubana existe una dependencia del Instituto de Medicina Deportiva que, seguramente, atendía en el caso de Camagüey a estas muchachas.

Antes de concluir: sueños, tu niña, mejores balistas femeninas del planeta, futuro, opiniones de la Cumbá sobre la posible integración de deportistas cubanos en el exterior a nuestras delegaciones.

“Empiezo por el final: categóricamente sí estoy de acuerdo con que se nos sumen. Todos somos cubanos y los que se fueron, lo hicieron por razones económicas no porque hayan dejado a amar a su tierra.

Todos somos cubanos y los que se fueron, lo hicieron por razones económicas no porque hayan dejado a amar a su tierra

“Mi hija, mi mayor tesoro. Tú estuviste en mi parto como en el de muchas otras deportistas. Se llama Yanara Alemán Cumbá, tiene 8 años; dice que le gusta el voly. Es alta, fuerte, no gorda. Pinta para ser como yo. Esperemos.

“Para mí, las mejores balistas del planeta han sido la alemana Astrid Kumbernuss y la neozelandesa Valerie Adams.”

¿Futuro, sueños?

“A mí me hubiese gustado ser entrenadora del equipo nacional, colaborar con los talentos y hacerlos brillar. Nunca me preguntaron, nadie se me acercó. Todo fue por inercia. No quiero estar sentada en mi casa o ir al estadio, dar una vuelta, marcar la tarjeta y regresar. Yo sé que puedo. Sin embargo, me tienen tapando huecos donde haga falta, sin atletas, sin poder hacer un plan de preparación. Ahora por la misión que espero desde hace tanto; antes, porque sí.

A mí me hubiese gustado ser entrenadora del equipo nacional, colaborar con los talentos y hacerlos brillar. Nunca me preguntaron, nadie se me acercó

“¿Te digo algo? ¿Lo vas a escribir? Me siento frustrada. Soy lo suficientemente inteligente para sentirme frustrada; aspiro a más y lo que siento es que no voy a poder demostrarlo con atletas cubanos. Yo estoy segura de que voy a ser como Ubaldo Duany, Iván Pedroso, mi profesor Justo Navarro, que han engrandecido el patrimonio deportivo de otros países.

“Aquí no hago nada, sólo vegetar. Me preparé, tengo conocimientos físicos, mentales; mi experiencia de 19 años en activo, haber compartido con las mejores. Ojalá pronto pueda demostrarlo y mejor aún, hacer un gran campéon o campeona cubana.”

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:

Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos

Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada