Una investigadora y su niño de tres años fueron atacados ferozmente por una jirafa en una reserva de vida silvestre en Sudáfrica, y ambos se encuentran en estado crítico.
Según el diario La República, Katy Williams, de 35 años, y su hijo Finn, estaban a solo 150 yardas de su casa ubicada en Blyde Wildlife Estate, cerca de Hoedspruit, Sudáfrica, mientras el esposo de Katy hacía un recorrido por las colinas del lugar con fines de investigación.
Cuando el hombre regresó, los encontró totalmente ensangrentados y bajo las fauces del animal. Tras detener el ataque, llamó a los servicios de emergencias. Madre e hijo tuvieron que ser trasladados a un aeródromo local donde dos ambulancias aéreas los llevaron a la capital.
Ambos necesitaron ser operados y aunque lograron superar la gravedad inicial, su estado seguía siendo crítico. Según los especialistas, si el hombre no hubiese llegado a tiempo, no habrían sobrevivido.
Todo parece indicar que el ataque se debió a que la jirafa se encontraba junto a su cría de dos meses, y su instinto la llevó a considerar la presencia de la mujer y su pequeño como una amenaza.
Este hecho fue confirmado por Riaan Cilliers, gerente de Blyde Wildlife Estate.
Pese a la gravedad de los hechos, Sam Williams, esposo de Katy y padre de Finn, no culpa al animal. En un comunicado de prensa describió el evento como un “desafortunado acto de la naturaleza” en el que la jirafa solo quería proteger a su cría de un posible peligro.
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