Los vecinos de Caibarién están consternados tras el suicidio de una jubilada de 67 años, que estaba sola en Cuba porque sus dos hijas y sus dos nietas habían emigrado a Estados Unidos.
Se llamaba Luzmarys y vivía en el reparto Van Troi de esta localidad. Murió desangrada tras cortarse las venas de los brazos, según recoge Cubanet.
Sus hijas se ocupaban de que no le faltara nada económico, pero la mató la soledad. Sufría depresión y su enfermedad fue a más tras al emigración de su familia.
Su cadáver fue cremado el pasado jueves. Sus cenizas están bajo la custodia de un pariente de segundo grado.
El 70% de los suicidios registrados en Cuba entre 2011-2014 fueron llevados a cabo por mujeres. En ese intervalo de tiempo, casi tres de cada 10 personas que se quitaron la vida en Cuba eran jubilados (29,8%) y la mayoría eligió el ahorcamiento (76,4%), informa la Revista Habanera de Ciencias Médicas.
Eso significa que el caso de Luzmarys no es un hecho aislado. Muchas familias cubanas están destrozadas por el suicidio de un familiar.
Cuba tiene una de las tasas de suicidio más altas del continente americano. En 1981 el país batió el récord mundial de suicidio femenino en el tramo de edad comprendido entre los 15 y 24 años, con una tasa de 34,7 por cada 100.000 habitantes. Hay que tener en cuenta que superar el 20% ya es alarmante.
Según los datos que maneja Foresight Cuba, en los años 50 el suicidio de los mayores de 65 años representaba el 14% del total de muerte por autolesión. Sin embargo, en 1996 ese porcentaje había aumentado hasta el 26%.
En los últimos cinco años Cuba ha registrado 10.000 suicidios. Sólo el 2,1% eligió los cortes o punciones. La mayoría prefirió el ahorcamiento, a tenor de los últimos informes de la Oficina Nacional de Estadística de Cuba.
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