Se llamaba Paco y lo mataron a puñaladas a la salida de la discoteca Súmate del Bahía, en La Habana del Este, en la década de los 90. Tendría unos 18-20 años. Su novia se acababa de marchar a los Estados Unidos y él nunca pudo reunirse con ella.
Osmarito trabajaba de camarero en la disco del 12 plantas 1990, también del Bahía, cuando le asestaron una puñalada mortal en el cuello. Los amigos, todos adolescentes, lo despidieron en el cementerio de Colón bañando su féretro en ron. Tendría unos 20 años. Quizás menos. Su asesino en un abrir y cerrar de ojos salió de la cárcel. Se le veía pavonearse por el barrio. Se sentía legitimado por sus antecedentes penales.
Tiburón, pariente de la excorredora cubana Emperatriz Wilson Traba, fue asesinado en el Bahía en los 90, detrás del 12 plantas carmelita. Ocurrió un fin de semana, de madrugada. Lo dejaron tendido en la calle.
Hay muchas historias similares. Sin embargo, existe la sensación generalizada de que Cuba es un país seguro. Y los es, pero va por zonas y por franjas horarias, comenta a CiberCuba una vecina de La Habana Vieja, cuyo barrio está blindado por policías mañana, tarde y noche.
Con un agente en cada esquina, difícilmente puede dispararse la tasa de criminalidad, explica.
Cuba, con 11,2 millones de habitantes, ha declarado a la Organización de Naciones Unidas que el año pasado se registraron en la Isla 515 homicidios. Son muchos más que los que recoge el Balance de Criminalidad que publica el Ministerio del Interior de España (46,6 millones de habitantes) correspondientes al mismo período.
El año pasado se registraron en España 308 homicidios dolosos y asesinatos consumados. Son 207 menos que en Cuba.
Sin embargo, comparado con los países de la región, los datos de Cuba son buenos, teniendo en cuenta la cantidad de víctimas que dejan las bandas organizadas y el narcotráfico en Centroamérica.
Mientras la Isla cerró el año 2016 con una tasa de 4,99 homicidios por cada 100.000 habitantes; ciudades como San Salvador (El Salvador) marcaron un récord de 136, Acapulco 108 y San Pedro Sula, en Honduras, 104, según datos de la ONU.
Todo depende de con quién te compares.
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