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Prisionero diabético pierde un pie en una cárcel de Cuba por falta de atención médica

El mayor Alberto Riva Leal, de la cárcel La Ladrillera, de Holguín, sólo autorizó que ingresara en un hospital cuando la amputación era inminente y pese a saber que la víctima es diabética. (El artículo incluye fuertes imágenes, que pueden herir la sensibilidad del lector).

Pedro López Portales, Karachi, es diabético y está condenado a 10 años en Holguín. © Oscar Fuentes Labrada / Facebook
Pedro López Portales, Karachi, es diabético y está condenado a 10 años en Holguín. Foto © Oscar Fuentes Labrada / Facebook

Este artículo es de hace 5 años

Se llama Pedro López Portales, pero en el mundo de la farándula holguinera todos le conocen por Karachi. Hasta 2015 era representante de agrupaciones musicales, pero fue detenido y en 2016, condenado a 10 años de cárcel, acusado de malversación. Supuestamente se quedó con dinero del Estado, en una causa (expediente 29 de 2016) en la que estaban imputadas desde la directora del Centro provincial de la Música de Holguín hasta más de una decena de funcionarios municipales y directores de orquesta de la provincia.

Sólo Karachi está entre rejas, en el correccional La Ladrillera. Los demás acusados se libraron de la prisión tras, presuntamente, sobornar a la justicia, según Oscar Fuentes, un amigo suyo, que actualmente trabaja como profesor de Música, en Montreal, Canadá.

En una carta dirigida a CiberCuba y compartida en su muro de Facebook, Fuentes denuncia que Karachi es una "víctima de la dictadura cubana" a quien "el comunismo está golpeando de manera brutal": le han amputado un pie por falta de atención médica en la cárcel.

No es la primera vez que reclusos de La Ladrillera, uno de los 21 centros penitenciarios que el portal cubaverdad.net ha documentado en Holguín, se quejan de que les deniegan atención médica en la cárcel. En 2015 el preso común Rolando Téllez Domínguez y el opositor Jorge Luís Triana Galván aseguraron que no tenían acceso a médicos o medicinas, pese a sufrir altas fiebres y diarreas, según recogió Cubanet.

Tres años después, es un músico quien denuncia que en La Ladrillera "los reclusos son tratados como animales, sin las más mínimas condiciones de higiene" o alimentación. "Es un lugar asqueroso al estilo de la peor barraca donde las ratas y cucarachas pululan como si estuvieran en casa", asegura Fuentes en su denuncia enviada a CiberCuba.

Además, añade que en La Ladrillera, los presos son sometidos a "largas jornadas" laborales y que cuando no hay transporte los hacen caminar desde "su campo de concentración hasta sus puestos de trabajo".

En septiembre pasado, Karachi estaba en el grupo de reclusos que tuvo que andar 11 kilómetros para ir a trabajar, aunque él sufre una diabetes severa. Durante el camino se le hizo una llaga en el pie por el roce del zapato, pero como en la cárcel defecan en el mismo sitio en el que se duchan y no tienen acceso a medicamentos básicos, la herida se infectó.

Aún así, los funcionarios de prisiones seguían forzando a Karachi a trabajar, hasta que su estado empeoró. Su pie se estaba pudriendo, pero el mayor Alberto Riva Leal, de la prisión La Ladrillera, le denegó la asistencia médica. Es el mismo funcionario de prisiones denunciado en 2015 por no permitir a un preso común y a un opositor recibir asistencia sanitaria.

El pie de Karachi continúa empeorando y es entonces cuando lo trasladan a la enfermería de la prisión, que comparte condiciones de insalubridad con las celdas. Según Oscar Fuentes, la enfermera Aimé, es cómplice de la amputación final del pie porque no llamó la atención sobre la condición de diabético del recluso.

Como es normal en estos casos, el pie de Karachi fue a peor. Y es entonces cuando el mayor Alberto Riva Leal autoriza a un oficial conocido en La Ladrillera como el Mellizo, para que lo lleve al hospital. Pero éste aguantó hasta hacer coincidir una cita médica de su padre con el traslado del preso. Durante la espera, Karachi estuvo en una celda, durmiendo en el piso.

A Karachi le denegaron asistencia médica pese a ser diabético. Foto: Oscar Fuentes.

Los médicos, al ver el estado del pie, aconsejaron dejarlo ingresado. Sin embargo, otra vez el mayor Alberto Riva Leal no accedió porque no había guardias disponibles para que lo vigilaran.

En las condiciones en que Karachi tenía el pie, el teniente coronel Berrillo y la doctora de La Ladrillera lo obligaron a caminar 800 metros y su estado siguió empeorando. Ya no hubo más remedio que ingresarlo en el hospital Lenin de Holguín, donde estuvo una semana antes de ser derivado al Clínico Quirúrgico. Para entonces el olor que desprendía la extremidad anunciaba que la infección era irreversible.

A día de hoy continúa ingresado en la sala de Angeología (3ro D, cama 18).

A medida que pasaba el tiempo, empeoraba el estado del pie de Karachi. Foto: Oscar Fuentes.

No hubo más remedio que amputárselo. Desde entonces Karachi sufre depresión y "los deseos de seguir adelante lo han abandonado". La familia y los amigos están desesperados. Sienten impotencia "ante tanta injusticia".

Karachi tiene la suerte de que su amigo Oscar Fuentes denuncie que el mayor Alberto Riva Leal, de la prisión La Ladrillera, restringe la asistencia médica a los reclusos. "¿Con qué derecho?", se pregunta mientras apela a la solidaridad de todos los cubanos para que este tipo de situaciones no vuelvan a ocurrir. "Para que donde quiera que aparezca un mayor Riva o un teniente coronel Berrillo podamos salirle al paso".

Hoy le ha tocado a Karachi, pero mañana puede tocarle a otra persona.

Llegó el momento en que la amputación era la única salida. Foto: Oscar Fuentes.

A continuación, el texto íntegro, enviado a CiberCuba:

Pedro López Portales (Karachi) muy conocido en Holguín, popular en el mundo de la farándula, representante de agrupaciones musicales de la provincia quien fuera sancionado penalmente en el en el expediente 29 del 2016 a 10 años de privación de libertad por un delito donde la lista de acusados sobrepasaba la docena de inculpados; lista esta que encabezaba la directora del Centro provincial de la Música de Holguín y muchos otros funcionarios y músicos directores de orquesta, directores de cultura en los municipios todos con la suficiente solvencia económica como para sobornar al ya corrompido sistema judicial de un país donde no existe la ley y mucho menos la justicia para quedar libres de polvo y paja del delito de malversación sin importar la suerte del conejillo de india (mi hermano) quien tendría que hacerse cargo de la responsabilidad del dinero que entre todos le robaron al estado quien es el ladrón mayor.

Ya confinado mi hermano desde finales del 2015 en las mazmorras de la dictadura comienza su vida de esclavitud forzada en la prisión holguinera conocida como la Ladrillera donde los reclusos son tratados como animales, sin las mas mínimas condiciones de higiene y ni hablar de la alimentación, lugar asqueroso al estilo de la peor barraca donde las ratas y cucarachas pululan como si estuvieran en casa.

En esa prisión los reclusos deben cumplir largas jornadas de trabajos bajo escasas condiciones y a veces sin transporte para mover a los presos de su campo de concentración a sus puestos de trabajo en el calvario donde son obligados a trabajar como si fueran animales para enriquecer aun mas al malvado dictador que nos oprime, sucedió el pasado mes de septiembre cuando por falta de transporte hicieron caminar a los prisioneros 11 kilómetros para cumplir con su jornada, mi hermano quien padece una diabetes severa y por momentos incontrolable sufrió una pequeña lesión en uno de sus pies a causa de la caminata y el rose de la piel con el zapato, la falta de higiene y de condiciones mínimas fueron marco propicio para que las bacterias se alojaran y comenzaran su función destructiva, en el mismo lugar donde defecan se tienen que bañar, sin medicamentos apropiados y obligado a continuar con sus funciones de esclavo el pie de mi hermano empeoro.

Literalmente su pie comienza a podrirse, la infección a propagarse, llegan las fiebres altas y el mal estar. Mi hermano va viviendo un verdadero infierno al tiempo que el Mayor Alberto Riva Leal le niega todo tipo de asistencia medica, la situación empeora y mi hermano es trasladado a la enfermería de la mazmorra bajo las mismas condiciones de insalubridad, falta de medicamentos y atención especializada en su condición de diabético, bajo la complicidad de guardias y la enfermera Aimé mi hermano continuaba su calvario hasta que Mayor Riva Leal ordeno al oficial conocido como el Mellizo a que se le llevara a recibir asistencia medica cosa esta que para la rata del Mellizo fue la oportunidad perfecta para hacer coincidir un turno medico de su papa y así poder usar el carro del traslado medico de mi hermano para resolver sus problemas personales dejándolo escondido durante horas y bajo condiciones extremas en el piso de uno de los calabozos de la prisión provincial sin recibir asistencia medica, cuando finalmente le revisan su pie el criterio era inmediatamente de ingreso cosa esta que no fue posible ya que el Mayor Alberto Riva Leal ordeno al oficial Mellizo a que lo regresara a la prisión provincial porque no tenia guardias disponible para que lo cuidaran en el hospital.

Lo obligaron a caminar mas de 800 metros con su pie en esas condiciones bajo la complicidad del Teniente Coronel Berrillo y la doctora del penal. Ya llegado el momento en que su pie estaba en muy mal estado deciden ingresarlo en el Hospital Lenin de Holguín en la sala de penado, una sala controlada y militarizada donde ingresan a los reclusos, allí paso mi hermano 7 días sin asistencia medica y la respuesta a la falta de asistencia era que no había especialista, cuando el humor comienza a salir y la fetidez a molestar deciden trasladarlo al Clínico quirúrgico donde ya la única solución para evitar la propagación en sangre de la infección fue la de amputarle su pie.

Hoy mi hermano ha perdido su pie y la depresión se ha adueñado de su mente y de su alma, los deseos de seguir adelante lo han abandonado, la familia y todos los que lo queremos sufrimos la impotencia ante tanta injusticia, una vez mas la crueldad y el odio desmedido de la dictadura lastima y maltrata. ¿Qué derecho tiene este esbirro con los grados de mayos para restringir la asistencia medica a un recluso? Las curas son terribles, después de amputar su pies los médicos se han visto obligados como ultimo recurso abrir en un corte e lo lar toda su pierna para poner antibióticos de manera directa y ver si de esa forma no hay que amputarle la pierna en su totalidad.. Ahora el mismo mayor que le negó asistencia medica anda todo apurando pidiendo dictámenes médicos para tramitar una licencia extra penal como si eso fuera a eximirlo de responsabilidades y le fuera a devolver de momento el pie a la víctima.

Oscar Fuentes

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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)


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