Un crucero logró terminar este viernes su recorrido previsto, aunque el comienzo del trayecto fue más bien traumático para los pasajeros.
El domingo por la noche, después de salir de Puerto Cañaveral, en Florida, el Carnival Sunshine sufrió una falla en el funcionamiento que provocó que la embarcación se inclinara severamente hacia un lado.
Al principio, algunos pensaron que habían sido golpeados por una gran ola.
Porcha Moore, de Carolina del Norte, reveló que nunca había estado tan aterrorizada como cuando empezó a escuchar gritos y a ver personas que se balancean y caían sobre otras.
“Nos inclinamos de esta manera. Ahí fue cuando nos percatamos de que algo estaba mal, cuando literalmente vimos el océano. Me aferré a una viga… La gente corría, lloraba, había heridos. Había vidrio por todas partes, era literalmente una escena del Titanic”, relató.
Según News 6, un mal funcionamiento afectó el uso de los estabilizadores de aletas. Un portavoz de la línea aseguró que los oficiales intervinieron rápidamente para arreglar el fallo y la operación del barco nunca estuvo en peligro.
Pero incluso después que la situación se normalizó, algunos pasajeros como Kristen Smith, de Lake County, permanecieron en el borde del buque, preocupados porque volviera a suceder.
“Supongo que el mayor pánico fue que no nos dijeron lo que estaba sucediendo. Les tomó un tiempo hacer un anuncio y dijeron que estaban investigando. Bajamos a nuestras habitaciones, tomamos nuestros chalecos salvavidas y los llevamos puestos el resto de la noche”, dijo.
El Carnival Sunshine es de los barcos más antiguos de la flota de Carnival. Fue construido en 1996, y nombrado Carnival Destiny. En ese momento era el crucero más grande del mundo. Años después fue restaurado y su nombre se modificó.
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