El Ministerio de Exteriores de Cuba (Minrex) ha hecho pública una declaración en la que acusa al Departamento de Estado de Estados Unidos de torpedear la concesión de visados a diplomáticos cubanos destinados en Washington con "aprobaciones y dilaciones caprichosas". En opinión de la Cancillería cubana, esto es "un nuevo pretexto" del Departamento de Estado "para afectar las relaciones bilaterales".
Así, según los números que aporta el Minrex, desde finales de 2017 se han otorgado 26 visados y se han denegado 6 para el personal destinado en la embajada cubana en Washington. En ese mismo período, Cuba ha otorgado 105 visas a personal diplomático y administrativo temporal y permanente en la embajada de EE.UU. en La Habana y ha denegado uno. Según dice, lo rechazó "en reciprocidad a la actuación del Departamento de Estado".
El Gobierno cubano cree que el Departamento de Estado norteamericano tiene "un comportamiento desbalanceado y ajeno a las normas de reciprocidad".
"La maniobra consiste en esgrimir que Cuba obstaculiza el otorgamiento de visas para los funcionarios designados en la embajada de Estados Unidos en Cuba, lo que supuestamente dificulta el desempeño de esa misión diplomática", añade la declaración del Minrex.
En opinión del Ministerio de Exteriores cubano, de esta forma el Departamento de Estado "encubre" su decisión de reducir el 60% del personal destinado en la embajada en La Habana tras el escándalo de los ataques acústicos que afectaron a 26 diplomáticos estadounidenses.
La Cancillería cubana considera que desde este recorte de personal se han visto afectadas las misiones diplomáticas de ambos países, ya que Washington expulsó a 15 diplomáticos cubanos de la embajada de la Isla en Estados Unidos.
Asimismo se defiende, asegurando que "acusar a Cuba de generar una situación insostenible para el funcionamiento de la embajada de Estados Unidos constituye una flagrante distorsión de la verdad".
La declaración no aclara en qué momento ni a través de qué vía el Departamento de Estado de EE.UU. ha acusado a la Isla de entorpecer el día a día de su misión diplomática en La Habana.
"El Gobierno cubano no es responsable de la inestabilidad y la irregularidad generadas unilateralmente por el Gobierno de Estados Unidos para el funcionamiento de las misiones diplomáticas de ambos países en las respectivas capitales", añade la declaración.
Finalmente avanza su intención de normalizar la concesión de visados "sobre la base de la reciprocidad".
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