Un informe del Centro para el Control de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) ha revelado que los suicidios y las sobredosis de drogas están creciendo de forma alarmante en Estados Unidos, lo que ha provocado una caída en la esperanza de vida de los norteamericanos, junto a otros factores.
La tasa de suicidios de 2017 es la más alta de los últimos 50 años, y ha pasado a situarse como la segunda causa de muerte entre personas de 10 a 34 años de edad, y la cuarta entre adultos entre 35 y 54 años.
El pasado año, alrededor de 47.000 personas se suicidaron en Estados Unidos, lo que supone un aumento del 33% en menos de 20 años.
Las muertes por sobredosis de drogas, por su parte, han tenido un aumento sostenido desde 1999. En 2017 fallecieron por esa causa 70.000 personas, el triple de hace 18 años, según destacan medios de prensa.
Las diez primeras causas de muerte en Estados Unidos, de acuerdo con las estadísticas de 2017 son, en este orden: enfermedades del corazón, cáncer, lesiones no intencionales, enfermedades respiratorias inferiores crónicas, accidentes cerebrovasculares, Alzheimer, diabetes, gripe y neumonía, enfermedad renal y suicidio.
Más de 2.8 millones de estadounidenses murieron en 2017, unos 70.000 más que en 2016. La cifra supone el mayor número de muertes en un solo año desde que el Gobierno Federal comenzó a contar fallecimientos hace más de 100 años. La esperanza de vida ha caído de 78.7 años a 78.6 años.
En 2017 solo disminuyeron las muertes por cáncer, pero además del suicidio y de las muertes por sobredosis, aumentaron también los fallecimientos en otras siete categorías, entre ellas las causadas por suicidios, diabetes o Alzheimer.
El doctor William Dietz, experto en prevención de enfermedades de la Universidad George Washington, ha destacado que en su opinión la gente está más desesperanzada “lo que les lleva a consumir drogas y potencialmente al suicidio”.
Estados Unidos se encuentra en su periodo más largo de caída de la esperanza de vida desde finales de 1910, cuando la la Primera Guerra Mundial y una gran epidemia de gripe provocó la muerte de cerca de un millón de norteamericanos. La expectativa de vida en 1918 era de apenas 39 años.
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