El presidente Trump deja titulares todos los días, y el lunes, vísperas de Navidad, dio pie a otro más, al preguntarle a una niña si aún creía en la existencia de Santa Claus.
Sucedió durante el rato que él y Melania Trump dedicaron a las llamadas telefónicas de varios niños, una tradición de la Casa Blanca en estas fechas.
Los menores les preguntan al presidente y a la primera dama por la ruta que viene haciendo el anciano barbudo de los regalos, con su trineo y sus renos, desde Laponia, que es “rastreada” en todo momento por la Fuerza Aérea de EE.UU.
Todo iba razonablemente bien, hasta que una niña de 7 años, Coleman, se puso al otro lado del teléfono y Trump le soltó algunas de las preguntas habituales: “¿Cómo estás? ¿Cuántos años tienes? ... ¿Te va bien en la escuela?”.
La mayoría de los niños estadounidenses dejan de creer en Santa Claus entre los 5 y los 8 años, afirma el New York Times, que cita varios sondeos. En 1978, el 85 por ciento de los menores de 5 años creía en el personaje, si bien, de los niños de 8 años, solo un 25 por ciento daba por real su existencia.
Que Trump contribuyera a cuestionarla ha suscitado varias críticas en medios de prensa y en las redes sociales. Algunos en Twitter le han afeado al presidente su arranque de sinceridad, como uno que comenta: “Ya sabemos quién es el Grinch”, en alusión al personaje que quiere robarse la Navidad en un reciente estreno cinematográfico.
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