El padre de una cubana residente en Suiza ha perdido su trabajo en la empresa Geocuba, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), luego de que la joven viajara a la Isla sin avisar, hiciera una fiesta para celebrar su llegada y el nacimiento de su hija y su marido colgara banderas de Cuba y Suiza de una ventana. Así lo ha comentado a CiberCuba Vilmara Skelton, hija del ingeniero agrónomo despedido de su empleo.
Vilmara es guantanamera, tiene 29 años y vive con su marido en Suiza. La pareja tiene dos hijos, una niña de tres años y un niño de uno. Los dos pequeños nacieron en Elgg, en el cantón suizo.
Cuando nació su hija mayor, Vilmara sacó billetes para Cuba y se apareció en Guantánamo sin avisar para darle la sorpresa a sus padres. Ahí empezaron los problemas.
El papá de Vilmara es ingeniero agrónomo en Geocuba. Él es civil, pero la empresa pertenece a las FAR y se dedica a prestar servicios en geodesia, cartografía y catastro.
Él había avisado en su trabajo, tal y como establecen los protocolos impuestos en organismos militares de Cuba, de que su hija tenía previsto viajar a la Isla en diciembre de 2015, pero no pudo darles la fecha exacta porque la joven llegó sin avisar.
Para no perjudicar a sus padres, Vilmara no se quedó en la casa familiar. Alquiló una vivienda particular en su ciudad y se desplazó desde La Habana con su esposo en un auto de turismo, rentado al Estado cubano.
Al llegar a Guantánamo, la joven organizó una fiesta en la casa de sus padres para celebrar su llegada y el nacimiento de su hija. Para adornar la vivienda, a su esposo se le ocurrió poner una bandera de Cuba y una de Suiza en la ventana. Éste fue uno de los motivos que Geocuba utilizó para justificar el despido del padre de Vilmara. A los jefes de la empresa les molestó la celebración "ostentosa" y con elementos extranjerizantes.
"Sacaron a mi padre del trabajo y pusieron en los papeles que lo habían hecho por tener contacto con su hija, yerno y nieta, residentes en Suiza. También por yo haber hecho una fiesta ostentosa que ellos no pudieron probar. Mi marido, que cumplía años ese día, y feliz porque se estaban celebrando los Juegos Olímpicos en Europa, decidió poner en el balcón de la casa de mi mamá, que es la propietaria de la vivienda, una bandera cubana y una Suiza. Esas fueron las razones por las que lo sacaron", cuenta Vilmara a CiberCuba.
La joven no se quedó de brazos cruzados y buscó un abogado. Ganaron el juicio y su padre fue restituido en su puesto de trabajo. Pero a los dos meses de estar Vilmara en Suiza, donde estudia idiomas, volvieron a expulsar a su padre de Geocuba. Esta vez dicen que es por ser hijo de jaimacanos.
"Tengo dos abogados ahora y no pasa nada. Me entrevisté con una fiscal en La Habana y tuve una respuesta rápida, pero no pasa nada. Estoy dispuesta a escribir a Díaz-Canel y a quien sea. Mis suegros, que son suizos, no quieren ir a Cuba a conocer a mi familia, por temor a causar más problemas", insiste la joven.
"Cuba no es la Cuba que tanto yo amaba. ¿Dónde están las razones y la igualdad?", se pregunta Vilmara.
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