La práctica de la mutilación genital femenina (MGF) es una costumbre milenaria que se ha realizado al menos en 200 millones de mujeres y niñas en 30 países en los que se cuenta con datos representativos. En casi todos los países la ablación se realiza en niñas menores de 5 años de edad.
La MGF se reconoce internacionalmente como una violación de los derechos humanos de mujeres y niñas, es reflejo de la desigualdad sexual y una forma extrema de discriminación de la mujer.
Esta es una práctica común en 29 países de África y Oriente Medio pero también se realiza en otros de Asia y América Latina y también se registran casos en poblaciones emigrantes en Europa Occidental, Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda.
Aunque el proceder está arraigado en algunas culturas, se piensa que la mutilación y la ablación genital femenina puede erradicarse en una generación aplicando un programa elaborado por el Fondo para la Población y la UNICEF.
La mutilación genital femenina se clasifica en cuatro tipos principales:
- Clitoridectomía, que es la resección parcial o total del clítoris y, en casos muy infrecuentes, solo del prepucio que es el pliegue de piel que rodea el clítoris.
- Excisión: resección parcial o total del clítoris y los labios menores, con o sin excisión de los labios mayores.
- Infibulación: estrechamiento de la abertura vaginal para crear un sello mediante el corte y la recolocación de los labios menores o mayores, con o sin resección del clítoris.
- Otros: todos los demás procedimientos que dañen los genitales externos con fines no médicos, tales como la perforación, incisión, raspado o cauterización de la zona genital.
En el mundo hay alrededor de 140 millones de mujeres y niñas que sufren las consecuencias de la MGF.
El 6 de febrero es el día seleccionado por la Organización de Naciones Unidas para realizar campañas educacionales en todo el mundo, con el fin de eliminar esta práctica discriminatoria con complicaciones tanto físicas como psicológicas.
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