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Así era Raffaele Testagrossa, el artista italiano asesinado en Las Tunas

Vivía en Las Tunas desde 1992 y se dedicaba a trabajar el vidrio sobre madera, metales o mármol. Decoró instalaciones del hotel Las Tunas y el restaurante, bar y discoteca del hotel Deauville, de La Habana.

Raffaele Testagrossa, con su Dodge 56, en Las Tunas. © tuneros.wordpress.com
Raffaele Testagrossa, con su Dodge 56, en Las Tunas. Foto © tuneros.wordpress.com

Este artículo es de hace 5 años

La Policía cubana investiga el asesinato de Raffaele Testagrossa (Sicilia 1945-Las Tunas 2019), un artista italiano de 74 años nacido en Palermo, que en 1992, en pleno Periodo Especial, decidió radicarse en Las Tunas (Cuba), según ha confirmado a CiberCuba Ernesto Diamantini, amigo personal de la víctima.

Raffaele Testagrossa. Foto: Raffaele Testagrossa.

Según recoge el blog Cubaguanaboedintorni, Testagrossa vivía en las afueras de Las Tunas, tenía nacionalidad cubana y usaba la libreta de abastecimiento. Sobre la forma de vida en Cuba solía decir: "El cubano es rico y no lo sabe, en ningún lugar puedes vivir como aquí ... Sé cómo se vive la vida fuera de este país".

En la entrevista realizada en agosto de 2013, Raffaele Testagrossa explicaba que fueron la tranquilidad y la seguridad que hay en Cuba las que lo llevaron a dar el paso de instalarse en la Isla. "Quería conocer Cuba. Había escuchado que éste es un lugar tranquilo, libre, con una hermosa naturaleza, ciudades sin problemas de agresión, donde la gente puede caminar por la calle en cualquier momento ... y decidí venir un día, hace 18 años".

En Italia, Raffaele trabajaba en la fábrica de muebles de su familia y tenía dos hijos adultos.

Sobre su permanencia en la Isla, confesó al blog Cubaguanaboedintorni: "Solo quiero estar aquí, en un país que es mucho más pobre que el mío, donde respiro paz en casa: donde otros vuelan para crear y vivir mejor".

Esa paz le costó la vida.

El arte pobre

Mimado por la prensa oficialista, Testagrossa confesó a Juventud Rebelde en 2010 que su afición a trabajar el vidrio surgió cuando su ex esposa cubana, aficionada al arte, le animó a modelar en yeso y recubrir de vidrio la figura de una mujer. "En mi país lo había visto hacer, pero nunca me atreví. Finalmente la idea me entusiasmó y, entre los dos, concebimos el maniquí a tamaño natural. Nos quedó tan bonito que me embullé. Entonces se me ocurrió lo del automóvil", dice en referencia a su Dodge del 56 completamente cubierto de vidrio.

Raffaele Testagrossa, con su Dodge 56 repujado en vidrio Foto: Juventud Rebelde.

Cuando los cubanos veían lo que Raffaele le estaba haciendo al carro, le decían que estaba loco, pero él se empeñó en convertirlo en una obra de arte. Poco a poco fueron haciéndose famosos sus juegos de dominó con cristales, en los que cada pieza era una joya.

En la oriental provincia cubana, Raffaele Testagrossa no pasaba desapercibido. Todo el mundo le conocía como "el artista del vidrio" porque fue allí donde este siciliano descubrió su pasión por el conocido como "arte pobre". Así lo recoge Tuneros por el Mundo, en uno de los muchos artículos que dedicó a este "italiano contra el tráfico", en agosto de 2010.

Testagrossa, con una de sus obras. Foto: tuneros.wordpress.com

Testagrossa utilizaba restos de botellas para recubrir sus obras. Su técnica de vidrio repujado en madera, metal, barro o mármol le llevó incluso a hacer decoraciones para instalaciones hoteleras de la provincia, según informó la agencia china Xinhua, en 2011.

Se refieren a la habitación 218 del hotel Las Tunas o al mural que hay en el restaurante, la barra del bar y la discoteca del hotel Deauville, en La Habana. Todo lo hizo gratis. Él solía decir que no cobraba sus trabajos porque así agradecía la acogida que le había dado Cuba.

Su afinidad con el Gobierno cubano no dejaba lugar a dudas. De hecho, un cuadro suyo inspirado en Fidel Castro, con casco de constructor, participó en un desfile del 1ro de mayo en Ciego de Ávila y fue recogido por diario Granma.

Raffaele Testagrossa, junto alcuadro de Fidel Castro, en un defile del 1ro de mayo en Ciego de Ávila. Foto: Granma.

Para hacer arte, Raffaele utilizaba incluso ropa y zapatos viejos, sombreros, sillas o juegos de dominó, pero también instrumentos musicales como guitarras, maracas o bongós.

Tuna con el nombre de los cinco héroes. Foto: Tuneros por el Mundo.

Sus trabajos han sido vistos en dos exposiciones personales organizadas en Cuba: "Era de vidrio" (2010) y otra del 13 de septiembre de 2013, cuando el artista italiano inauguró una muestra individual en la Casa de la Cultura José Inda Hernández de Ciego de Ávila, según recogió en su perfil de Facebook el periodista cubano Ricardo Benítez Fumero.

También expuso sus obras en las Romerías de Mayo, de Holguín y en el concurso La Práctica de Abril, de Las Tunas, donde fue premiado por un trabajo inspirado en la guerra de Irak.

Entre todas sus obras, sus favoritas eran dos cuadros del Che y uno de Maceo, con cristales incrustados y un mapa de Cuba que llegó a ser expuesto en Turín.

Raffaele Testagrossa. Foto: http://cubaguanaboedintorni.blogspot.com

De profesión ebanista, Testagrossa aseguró en varias entrevistas concedidas que había sido la "tranquilidad" de Cuba la que le había permitido que afloraran sus dotes artísticas.

Su arte está muy ligado al discurso oficial cubano. De hecho, en una exposición de 2013 presentó una colección que denunciaba "el silencio que impone Estados Unidos en torno a los Cinco héores", en referencia a cinco agentes de inteligencia cubanos condenados a prisión, durante años, en cárceles norteamericanas tras ser descubiertos espiando a organizaciones cubanoamericanas en Miami. Fueron liberados entre 2011 y 2014.

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