Las autoridades de EE.UU han desarticulado una nueva red de cubanos que cometían fraude con tarjetas de crédito.
Los 13 acusados fueron sentenciados a prisión federal por varios delitos, luego de que lograran probar que tenían un esquema de fraude multiestatal con el que defalcaron alrededor de un millón de dólares.
Según una nota de prensa del Distrito de Justicia de Carolina del Sur, la red tenía bases de operaciones en Miami, Florida, Houston, Texas y Omaha, en Nebraska.
La investigación del caso comenzó en junio de 2014, luego de que dos de ellos fueron detenidos por la Patrulla de Carreteras de Carolina del Sur en la I-95, cuyos agentes encontraron tarjetas de crédito falsificadas.
Los investigadores descubieron que la información personal y financiera, como nombres, números de seguro social, fechas de nacimiento y números de cuentas bancarias y de tarjetas de crédito que habían sido manipuladas.
Luego relacionaron esto con una denuncia de Home Depot Breach por una estafa.
Pero a medida que la Policía comenzó a detener implicados, el grupo se volvió más sofisticado y comenzó a recopilar datos de las víctimas a través de dispositivos de limpieza colocados en bombas de gasolina en todo Estados Unidos.
"El dinero que obtenían de las tarjetas falsas lo usaban para comprar otras tarjetas de regalo, principalmente en Sam's Club y Walmart's", explica la nota.
También utilizaron identificaciones falsas para abrir aproximadamente 40 cuentas de Sam's Club desde inicios de 2014 hasta finales de 2015.
Una investigación posterior del Servicio Secreto de los Estados Unidos reveló que estos hombres formaban parte de una conspiración que había fabricado, distribuido y negociado tarjetas de crédito falsificadas en todo Estados Unidos. El grupo tenía importantes bases de operaciones en Miami, Florida; Houston, Texas, y Omaha, en Nebraska.
Desde 2014 hasta mediados de 2017, falsificaron aproximadamente 3275 números de tarjetas de crédito de víctimas en los Estados Unidos, afectando a aproximadamente 222 instituciones financieras y causando aproximadamente $ 1.6 millones en transacciones fraudulentas en Carolina del Sur, Mississippi, Arkansas, Missouri, California, Michigan, Texas, Illinois, Florida, Georgia, Indiana, Nueva Jersey, Nueva York, Oklahoma, Tennessee, Kansas, Missouri, Iowa y otros lugares.
El caso fue investigado por agentes de la oficina de Columbia del Servicio Secreto de los Estados Unidos, la Patrulla de Carreteras de Carolina del Sur y la policía local y estatal en todo Estados Unidos.
Los cubanos condenados son:
José Liván Rodríguez Espinosa, de 27 años, de Miami, Florida, condenado a 108 meses de prisión federal.
Ricardo Daniel Ortega Guerra, de 29 años, de Miami, Florida, condenado a 41 meses en una prisión federal.
Julio Santos Vargas, de 26 años, de Miami, Florida, condenado a 33 meses en una prisión federal.
Humberto Merina Chamizo, de 29 años, de Roswell, Nuevo México, condenado a 33 meses en una prisión federal.
Julio Villavicencio Álvarez, de 43 años, de Miami, Florida, condenado a 27 meses en una prisión federal.
Angel Dairan Martinez Delgado, de 31 años, de Miami, Florida, condenado a 33 meses de prisión federal.
Robert Farres Rodriguez, de 30 años, de Miami, Florida, condenado a 70 meses en una prisión federal.
Reyes García Pérez, de 53 años, de Miami, Florida, condenado a 38 meses en una prisión federal.
Leduan Reyes, de 28 años, de Miami, Florida, condenado a 33 meses en una prisión federal.
Andrés Conzales Acosta, de 40 años, de Jacksonville, Florida, condenado a 33 meses en una prisión federal.
Humberto Medina Chamizo, de 29 años, de Roswell, Nuevo México, condenado a 33 meses en una prisión federal.
Reinaldo Fabelo, de 29 años, de Houston, Texas, condenado a 33 meses en una prisión federal.
José Ramón Morales, 28 años, de Ft. Myers, Florida, condenado 12 meses en prisión federal.
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