El emprendedor Carlos Eduardo Ayala, de Florida, Camagüey, ha escrito a CiberCuba para quejarse de los obstáculos que el Gobierno de Miguel Díaz-Canel le pone a los trabajadores por cuenta propia que quieren solicitar una licencia para incorporarse al mercado laboral.
Según explica, le han denegado el permiso para ejercer como ponchero porque la casa en la que vive desde hace 14 años no está a su nombre. "¿A qué llaman nuestros dirigentes flexibilizar el trabajo por cuenta propia?", se pregunta.
El afectado asegura que en Cuba se está haciendo lo contrario a flexibilizar por mucho que los medios oficialistas se llenen la boca haciendo creer que las cosas funcionan de otra manera.
Pone como ejemplo que en noviembe pasado se acercó a la Dirección de Trabajo para iniciar los trámites de solicitud de una licencia como ponchero y le dijeron que tenía que pedirlo a partir del 7 de diciembre cuando entraron en vigor las nuevas regulaciones al trabajo por cuenta propia anunciadas por el Gobierno cubano en el mes de julio de 2018.
"Lo dejé para el año nuevo y comencé con los trámites que no son pocos: metrología, bomberos, Salud Pública, empresa eléctrica, CITMA y Planificación Física, adonde tuvo que ir hasta en dos ocasiones para que finalmente le dieran una respuesta negativa.
Allí le explicaron que le deniegan la licencia de ponchero por no ser propietario de su casa, pese a que vive en ella desde hace 14 años. El Gobierno no ha tenido en cuenta, en su opinión, lo difícil que es ser propietario de una vivienda en Cuba.
Por eso a él, más que flexibilizar le parece que el Estado sólo hace "demagogia". Además, añade que no entiende cómo pueden pedir confianza al pueblo. "¿Alguien podrá confiar en ellos de esta forma? Creo que no", concluyó.
Economistas liberales critican al Gobierno cubano por obstaculizar la iniciativa privada e insistir en fomentar la economía estatal pese a que la baja productividad, la ineficiencia y la corrupción dan fe de su fracaso.
Esta semana el Parlamento cubano ha empezado a debatir la nueva Ley de Pesca que recortará el número de licencias a cuentapropistas porque de esta forma el Gobierno considera que protege el ecosistema. Sin embargo, la nueva normativa no prevé la reducción de las capturas de peces desde el sector estatal.
De los 1,4 millones de cubanos que trabajan en el sector no estatal en la Isla, 1,3 millones son trabajadores por cuenta propia.
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