El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel aseguró este lunes en la asamblea de balance anual del Ministerio de Exteriores de Cuba (Minrex) que su Ejecutivo no puede desconocer "a los muchos cubanos que viven en el exterior orgullosos y nostálgicos de su patria" ni que los orígenes de la Isla tienen mucho de "inmigración y mestizaje".
En su opinión, la política migratoria de su Gobierno debe convidar a todos "a contribuir al desarrollo y la defensa de la patria hasta donde cada uno pueda. "No tenemos que coincidir en todo, pero podemos sumarnos", dijo.
Asimismo, añadió que "debido al fuerte impacto que tienen los servicios consulares tanto en los cubanos de la Isla como en los que residen en el exterior, es necesario, dijo, "mantener un constante aumento en la calidad, el buen trato y la profesionalidad".
No mencionó ni adelantó ninguna medida encaminada a rebajar los altos costes del pasaporte cubano dentro y especialmente fuera de Cuba.
Hay que recordar que la Constitución cubana, recién aprobada, no permite a los emigrantes cubanos invertir en su país. Tampoco está garantizado el derecho de los residentes en el exterior a regresar libremente a la Isla sin temor a que puedan negarles la entrada.
Los cubanos residentes en el exterior no pudieron votar por la Constitución en los consulados de Cuba en el extranjero, pese a que estos se habilitaron para recoger el voto de funcionarios del Gobierno. Desde el Ejecutivo dijeron que quienes quisieran votar tenían que pagarse un billete a la Isla.
Más de 3,5 millones de cubanos (3.547.523) tienen familiares en el extranjero. Este dato supone el 38% de la población mayor de 15 años (9.404.766) en la Isla.
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