La doctora cubana Magdalenis Cordoví Santiesteban murió por "falta de atención médica" el pasado 2 de marzo en el hospital Orlando Pantoja del municipio Contramaestre, en la oriental provincia de Santiago de Cuba.
Así lo denunció su esposo Ulises Mora, quien escribió en la cuenta de Twitter de su compañera sentimental para denunciar la actuación de los profesionales sanitarios. En el tuit mencionó a Miguel Díaz-Canel, al ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, y al Ministerio de Salud.
"Compañeros ministro y presidente por este medio les hago saber de la muerte de mi esposa la doctora que regresó de Brasil, que murió deshidratada el 2 de marzo en el hospital Orlando Pantoja de Contramaestre por falta de atención médica", rezó el mensaje.
Según se detalló en el blog Frontera Independiente, Mora llevó a su esposa al recinto sanitario con un cuadro clínico de vómitos, diarreas, además de un cólico nefrítico. Pero una vez allí los profesionales optaron por no ingresarla.
Al día siguiente Magdalenis regresó al hospital porque sus problemas, lejos de mejorar, habían ido a peor. Una doctora de guardia consideró que su estado era grave y alertó a la dirección del centro y la Dirección Municipal de Salud, pero estos, sin embargo, no se preocuparon por el caso.
Finalmente el día 2 de marzo a las 6:47 (a.m.) se produjo el fallecimiento.
El hospital Orlando Pantoja ya estuvo en el centro de la polémica
Magdalenis Cordoví volvió a Cuba después de que el gobierno de la Isla decidió no continuar participando en el Programa Mais Médicos y ordenó el regreso de los más de 11.000 profesionales de la salud que trabajan en Brasil.
Esta doctora estaba destinada en el municipio de Constantina, perteneciente al estado de Río Grande del Sur, donde antes de marchar fue homenajeada por su atención sanitaria.
Pero esta no es la primera vez que el hospital Orlando Pantoja de Contramestre está en el centro de la polémica, ya que en junio de 2018 un paciente denunció maltratos.
Idael Aguilar tenía un brazo inflamado y mucho dolor cuando llegó a este centro sanitario. Sin embargo, según relató en aquella ocasión, no había ni un solo médico atendiendo y decidió grabar imágenes del lugar para denunciar el hecho.
Cuando Aguilar comenzó a publicar el vídeo en las redes sociales, la recepcionista le dijo que debía parar de grabar porque no tenía derecho a hacerlo. Inmediatamente después apareció un médico y, sin hacerle los correspondientes exámenes de Rayos X, le pusieron un yeso.
Además denunció que su hijo de tres años tuvo, previamente, una fractura en un brazo y le hicieron lo mismo.
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