Si no se tratara de un tema tan sensible y que afecta a cientos de familias cubanas el hecho pudiera resultar hasta ocurrente: Directivos del hospital oncológico de Villa Clara han declarado que dependen del arribo de “especialistas de Checoslovaquia” para que reparen el equipo de radiaciones de que dispone esa institución médica.
“Se han hecho innovaciones y el equipo sale, pero no logramos que trabaje de forma estable durante un mes. Ya esa situación se ha informado a La Habana, pero no han podido solucionar el problema”, explicó a la emisora local CMHW el doctor Manuel Toboso, al frente del hospital oncológico Celestino Hernández de Villa Clara.
El medio de prensa, según dio a conocer, se interesó por la situación a partir de las inquietudes de un grupo de pacientes y familiares sobre las posibles afectaciones a la salud que pudieran generar los señalados desperfectos técnicos.
“En estos momentos el equipo está trabajando con sus altas y sus bajas. Es un equipo que no le podemos poner más de 30 pacientes porque cuando se rompe, esos pacientes tenemos que pasarlos por el otro, que es el equipo más antiguo que tenemos nosotros, y que es el único que nos responde”, explicó el doctor.
Asimismo, aseguró Toboso que dichos desperfectos no comprometen en ningún sentido el tratamiento, de la misma manera que no afecta en nada la salud de los pacientes el tener que utilizar un equipo con más de 3 décadas de funcionamiento, cada vez que se genera una rotura. “El nivel de radiación es lo importante, da lo mismo que sea un equipo más nuevo o más viejo”, dijo el especialista.
La cifra de 30 pacientes viene a resultar mínima para una de las provincias más pobladas de la isla y donde no solamente se atienden villaclareños sino también pacientes aquejados de enfermedades oncológicas que residen en otras provincias vecinas como Cienfuegos y Sancti Spíritus.
Tanto ellos como sus familiares sufren desde hace aproximadamente seis meses ante las continuas irregularidades que manifiesta el mencionado equipo.
Si bien los especialistas refieren que se trata de tecnología moderna, en varias oportunidades dentro del reportaje radial se mencionó a la extinta Checoslovaquia como país de procedencia del equipamiento, y se llegó a plantear que ante la imposibilidad de resolver las dificultades con los técnicos cubanos se encuentran a la espera de que lleguen a Cuba los “especialistas de Checoslovaquia, para que formateen el equipo y revisen cada una de sus partes”.
Lo que parece ser un descuido u obra del desconocimiento, —toda vez que desde 1993 ese país se dividió en Republica Checa y Eslovaquia—, pudiera ser entendido como una triste metáfora de lo imposible; una metáfora que explica, sin proponérselo acaso, el mal rumbo de la Salud Pública en la isla, y nos traslada la solución de los graves problemas del presente a aquellos días más promisorios del CAME y la Unión Soviética.
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