Una Corte de Apelaciones de Estados Unidos ha decidido que la administración Trump podrá continuar enviando a solicitantes de asilo a esperar en México por sus audiencias de inmigración.
La decisión es temporal, mientras el gobierno apela un fallo de un tribunal menor, que consideró que esa política viola las leyes de inmigración del país.
El fallo, que posibilita seguir enviando a los solicitantes de asilo a México, fue emitido por el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de los EE.UU. -con sede en San Francisco- por tres jueces.
A pesar de la decisión, los tres jueces expusieron sus dudas sobre la validez del programa de la administración de Donald Trump, pero decidieron dejarlo mientras el caso continúa su proceso en corte.
El gobierno mexicano está dispuesto a aceptar a los solicitantes de asilo por razones humanitarias, pero ha descrito la política como una medida unilateral de Estados Unidos.
A comienzos del pasado mes de abril, el gobierno norteamericano apeló una orden de una corte de distrito que prohibió la política conocida como Protocolo de Protección al Migrante.
Según el departamento de Estado, Estados Unidos ha devuelto a México hasta ahora a más de 1.600 inmigrantes a la espera de audiencias de inmigración.
“Los solicitantes de asilo corren un grave riesgo de daños todos los días por el hecho de que la política de retorno forzoso continúe”, ha dicho Omar Jadwat, director del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la Unión Americana de Libertades Civiles, en un comunicado.
“En particular, dos de los tres jueces que escucharon esta solicitud encontraron que hay problemas legales graves con lo que está haciendo el gobierno, por lo que hay una buena razón para creer que, en última instancia, esta política se detendrá”, añadió.
A ello se suma que el 29 de abril, el presidente norteamericano Trump, ordenó que se apliquen nuevas normas para cambiar el sistema de solicitud de asilo político en Estados Unidos.
Entre los cambios estaría el cobro de una tasa por presentar las solicitudes y la decisión de que los jueces resuelvan los casos en un plazo máximo de 180 días.
El presidente norteamericano también ha instruido a sus colaboradores para que impulsen normas que prohíban obtener un permiso de trabajo temporal a aquellos solicitantes de asilo que hayan entrado o intentado entrar al país de forma irregular.
Trump ha convertido el asilo uno de sus principales objetivos políticos porque cree que hay un abuso del sistema, del que los inmigrantes se aprovechan para ingresar y trabajar en Estados Unidos.
En los últimos meses han solicitado asilo una creciente cifra de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos, y otros se encuentran a la espera de la cita con las autoridades de inmigración, muchos de ellos cubanos.
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