Damnificados del tornado que azotó a La Habana el pasado 27 de enero han recibido mil módulos de cocina y útiles del hogar, donados por la red de emergencia de Cáritas Cuba.
Según publica la propia institución en su web “la donación consiste en una olla eléctrica multipropósito, dos sábanas, dos toallas y una colcha; y en una segunda variante una olla arrocera, una olla de presión, dos sábanas, una toalla y una colcha (opción que buscó la institución al agotarse en el mercado minorista las ollas multipropósitos eléctricas)”.
Para entregar los donativos priorizaron a las familias que habían sufrido mayores daños constructivos, sobre todo, los hogares donde vivieran menores, mayores, personas enfermas o con discapacidades y mujeres embarazadas.
También anunciaron la llegada al puerto de Mariel, en La Habana, de 1980 colchones que serán distribuidos posteriormente.
La ayuda solidaria se suma a las que habían realizado durante las dos primeras semanas posteriores al desastre meteorológico, cuando elaboraron alimentos y distribuyeron raciones donadas por el sector privado para un total de hasta 800 personas por día al inicio de la respuesta, agrega la nota de prensa.
Así mismo hicieron posible la entrega de ropa, módulos de aseo y alimentos no perecederos en los municipios de Diez de Octubre y Guanabacoa, los más afectados, gracias a las donaciones de personas de buena voluntad.
Los testimonios de algunos beficiados por estos donativos dan fe del agradecimiento que sienten por estas ayudas después de haberlo perdido perdieron todo.
Bárbara García Guzmán, de Diez de Octubre, dijo que “la iglesia abrió sus puertas desde el primer momento y recogieron las direcciones de todas las personas que llegaban a pedir ayuda, luego visitaron casa por casa”.
Agrega que en su casa son cinco personas y agradece a Dios al ver “cómo todas las iglesias, tanto católicas como protestantes, han dado muchas ayudas a los damnificados del tornado”.
También cuenta Raúl Onán Gaínz Hernández, quien reside en este mismo municipio, que su situación de salud es delicada. Operado de ambas caderas, padecimientos del corazón, un cáncer recién descubierto y una pensión de solo 242 pesos, esta ayuda le viene como una bendición.
“Cuando yo entré en mi casa y vi lo que había quedado, me dije: 'más nunca yo arreglo esto; porque no son 20 años, ya yo estoy en la curva de la vida'” comentó el hombre que lo perdió todo y vive con tres personas y un bebé.
Con el tornado del 27 de enero fueron afectadas 8.319 viviendas de la capital, de ellas 1.068, calificadas como derrumbes totales. Según cifras de las autoridades cubanas, el 80 por ciento de las viviendas habrían sido reparadas y han fijado el mes de septiembre como fecha tope para dar respuesta a la totalidad de los damnificados.
Algunos damnificados, en cambio, han puesto en duda que el gobierno cumpla con su palabra, sobre todo por la mala calidad de las obras constructivas, denunciadas por varios residentes de La Habana y por la demora en algunos trámites en el momento de comprar los materiales de la construcción que le han sido asignados.
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