El tren accidentado el pasado domingo en la línea Mariel-Habana transportaba latas de atún, cervezas, pinturas, luminarias y materias primas para la producción de papel sanitario, todo destinado a hoteles de Varadero, según afirmaron funcionarios al medio ACN.
Según Eduardo Hernández, director general de la Unión de Ferrocarriles de Cuba (UFC), "no se tiene un dato exacto de la cuantía de las pérdidas, pues para eso hay que abrir los contenedores, clasificar el producto, determinar cuál es recuperable, chequear los precios, y valorar los equipos ferroviarios que resultaron afectados".
En medio de la escasez de alimentos y productos básicos de primera necesidad por la que atraviesa Cuba, estos funcionarios se lamentan de las "pérdidas materiales", en total unas 900 toneladas, que finalmente se dirigían a los hoteles del Grupo Meliá en Varadero, o sea, para los turistas o los pocos cubanos que pueden costearse la estadía en uno de esos centros turísticos.
Orlando Mir, jefe del Grupo de Importaciones de la empresa Miramar S.A., dijo que en el tren venían tres contenedores de pintura pertenecientes su entidad, con un importe de casi 34 mil euros, y uno de ellos se vio "seriamente afectado".
En estos momentos las autoridades investigan las causas del accidente, en el cual no se reportaron heridos o fallecidos.
El Mayor Luis Miguel Quiroz, oficial del Órgano de Instrucción del Ministerio del Interior, sostuvo que "se han identificado algunos elementos, pero que es muy pronto para dar un veredicto sobre la posible causa" del suceso.
A raíz de este accidente, más de 250 metros del tramo Habana-Mariel se vieron afectados.
"Demoraremos varios días en restablecer el tránsito por el segundo ramal porque debemos revisar un grupo de parámetros técnicos para su normal funcionamiento", aseguró el director general de la Unión de Ferrocarriles de Cuba.
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