Pedro Luis Padrón, como tantos otros migrantes cubanos, lleva cerca de dos meses en la localidad mexicana de Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, a la espera de su turno para solicitar asilo político en los Estados Unidos.
Durante este período ha tenido que garantizar su hospedaje y alimentación y, -a falta de un permiso laboral- se ha visto obligado a optar por un empleo informal en la zona centro.
Según explicó Padrón al periódico El Mexicano, hace dos semanas atrás comenzó a trabajar en la venta de frutas y verduras en un local ubicado en la calle Santos Degollado entre José María Morelos y Francisco Javier Mina, donde le pagan diariamente hasta 300 pesos mexicanos.
El trabajo, con horarios reglamentados de 6 de la mañana a 5 de la tarde, le ha permitido pagar su hospedaje -de 110 pesos por noche- en el Hotel Río.
No obstante, a pesar de las dificultades encontradas, el cubano asegura que la “gente de Juárez se ha portado de maravilla” y no ha calificado de negativa su experiencia.
Padrón tiene el número de registro 13 mil 625 para pedir asilo político en Estados Unidos y espera, que en menos de dos meses, se encuentre de forma definitiva en territorio norteamericano.
El migrante número 15 mil, con nacionalidad cubana e identificado por las autoridades como Reinier Rosales Martín, arribó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) de Ciudad Juárez el pasado 22 de mayo.
Mientras esto sucede, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador continúa enviando de regreso a cubanos por tener una "condición migratoria irregular", como parte de un acuerdo con la administración de Díaz-Canel.
Este lunes un nuevo grupo de 68 ciudadanos procedentes de la Isla fueron deportados desde Chiapas.
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