Tiffani Lousie O´Brien despertó de su siesta el pasado 9 de junio y descubrió que a su alrededor no había nadie. Se encontraba completamente sola y a oscuras en el avión que la llevó desde Quebec hasta Toronto.
Cuenta Tiffani Luise a CTV News Winnipeg que se encontraba todavía en su mismo asiento, 32A, “aproximadamente en la mitad del avión y estaba completamente oscuro”
“Pensé que esto es una pesadilla, esto no está sucediendo, estoy teniendo un mal sueño", pero no, era tan real como su llegada a tierra.
Intentó contactar con una amiga, Deanna Noel-Dale, pero su móvil se quedó sin batería. Esta compañera suya también contó a los medios de prensa que estaba preocupada porque el avión había aterrizado hacía dos horas y no sabía qué estaba pasando.
Tiffani intentó buscar en el avión algo que le permitiera comunicarse con el exterior. Las radios no estaban encendidas.
"Estaba tan asustada que iba a tocar algo mal, pero sabía que tenía que hacer algo", explicó.
Hasta que por fin descubrió una linterna con la cual hizo señales desde la ventana para así llamar la atención.
Luego de que fue rescatada, un representante de Air Canada le ofreció llevarla en limusina hasta un hotel.
Las autoridades de la aerolínea canadiense confirmaron la información, pero según CTV News, no ofreció más detalles: solo que continúan investigando por qué la tripulación no se percató que quedaba un pasajero en el avión.
"Es solo una sensación de impotencia cuando sientes que no tienes conexión con el mundo exterior", explicó Tiffany quien desde ese momento presenta problemas para dormir a causa del incidente.
El incidente plantea para los expertos serios problemas de seguridad en la compañía Air Canadá, ya que la pasajera “tuvo acceso a la cabina y pudo, hipotéticamente, haber encendido el avión” dijo Gabor Lukacs, fundador de Air Passenger Rights, entidad encargada de brindar información sobre los derechos de los pasajeros de las aerolíneas.
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